La India ha decidido modificar su sistema de cuotas para funcionarios tras semanas de intensas protestas que sacudieron varias ciudades del país. Las manifestaciones se tornaron violentas, lo que llevó al gobierno a tomar medidas urgentes y drásticas.
Las protestas, impulsadas por estudiantes y organizaciones sociales, se iniciaron debido a las desigualdades percibidas en el sistema de cuotas existente, que reservaba un porcentaje significativo de empleos gubernamentales para ciertas castas y comunidades. Los manifestantes exigían una revisión del sistema para que fuese más inclusivo y basado en el mérito.
En respuesta, el gobierno indio ha implementado varios cambios clave. El nuevo sistema de cuotas reducirá significativamente el porcentaje reservado para ciertos grupos, mientras que un mayor número de puestos se asignará en función del rendimiento académico y profesional. Además, se introducirán nuevas cuotas para minorías étnicas, personas transgénero y discapacitados, con el objetivo de promover una mayor equidad.
Para contener la ola de protestas, el gobierno impuso toques de queda en varias ciudades y restringió el acceso a internet en algunas áreas, medidas similares a las aplicadas por Bangladesh en situaciones de emergencia recientes. Las universidades fueron cerradas temporalmente y se instó a la población a permanecer en sus hogares.
La decisión final del Tribunal Supremo de la India fue clave para este cambio. El tribunal dictaminó que el sistema de cuotas existente era discriminatorio y debía ser revisado para garantizar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Esta decisión se produce en un contexto de creciente descontento social y político en el país, reflejando la necesidad de reformas profundas en varios ámbitos de la administración pública.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por calmar las aguas, las protestas continuaron y se registraron enfrentamientos violentos entre manifestantes y la policía. Se reportaron varios heridos y detenidos en los disturbios. Organizaciones de derechos humanos han condenado el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades y han instado al gobierno a dialogar con los manifestantes para encontrar una solución pacífica al conflicto.
El primer ministro indio, Narendra Modi, en un discurso televisado, hizo un llamado a la calma y prometió que el gobierno seguirá trabajando para garantizar un sistema de contratación más justo y equitativo. “Nuestro objetivo es construir una India donde todos tengan las mismas oportunidades de prosperar, independientemente de su origen o casta,” declaró Modi.
La comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la situación en India, un país cuya estabilidad es crucial para la región del sur de Asia. Mientras tanto, los ciudadanos esperan que las nuevas medidas traigan un cambio positivo y pongan fin a semanas de agitación y violencia en las calles.—euronews—
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