La súplica de Julián Andrés Rosales, un niño colombiano con cáncer terminal en EE. UU., para ver a su papá: “lo extraño mucho”

Julián Andrés Rosales Garzón es el nombre de un menor, quien con solo 11 años le ha hecho frente a un cáncer terminal que, a día de hoy, se ha expandido por casi todo su cuerpo. El pequeño viajó desde Colombia a Estados Unidos con la esperanza de que tratamientos más avanzados pudieran revertir los pronósticos y así entregarle una nueva oportunidad de vida.

A medida que los días y semanas pasan, el clamor del pequeño se hace más fuerte: su llamado está dirigido tanto a las autoridades norteamericanas como a las colombianas para que ayuden a que su papá reciba una visa humanitaria para que pueda visitarlo. En este momento, Julián Andrés permanece con su mamá, Sindy Catalina Garzón, en el centro médico de Miami, Florida, Nicklaus Children.

“Que lo extraño mucho, que si le pudieran sacar una visa humanitaria a mi papá para poder estar conmigo un tiempo acompañándome (…). Me gustaría, porque él lleva dos años o tres, creo, sin venir a verme, entonces me siento aburrido de estar aquí sin mi papá”, dijo el menor para la cadena de televisión NTN24.

El menor recibe cuidados paliativos

La mamá de Juan Andrés Rosales Garzón reconoce que las esperanzas se empiezan a agotar a medida que avanzan los días y ante lo que han dicho los médicos. “Ya no tiene opción de quimioterapia, porque tiene cáncer en casi todo el cuerpo, en la cabeza, el ojo, la mandíbula, los pulmones y en el hígado”, aseguró la mujer al medio anteriormente mencionado.

Según él, sobre la lucha que libra “no es que yo sea valiente o fuerte, es algo que toca para poder curarme”; sin embargo, para su mamá la palabra “valiente” es la que mejor lo describe durante todo este tiempo en el que continúa aferrándose a la vida, pese a los pronósticos de especialistas.

La enfermedad no le ha arrebatado sus sueños, pues contó que en un principio quería ser futbolista antes de que el cáncer apareciera.

Lucha de otro colombiano en EE. UU.

Como Julián Andrés, a finales de enero del año en curso se conoció el caso de Pedro Vicente Lamus Betancur, otro colombiano quien a sus 25 años empezó a enfrentar una leucemia mieloide aguda. El bumangués migró hacia Estados Unidos con la esperanza de encontrar mejores oportunidades.

Su familia empezó una lucha para que les otorguen el permiso especial con el cual acompañar a Pedro Vicente en el proceso de su enfermedad.  Hasta finales de enero no habían recibido aún respuesta de las autoridades competentes. “(Mi mamá) fue a la embajada, fue a la Cancillería, pasó el trámite de la visa y hasta el momento no hemos recibido ninguna respuesta”, dijo a SEMANA Geraldine Pacheco Betancur, hermana del joven.

En su momento, la colombiana afirmó que el clamor de su familia es “que nos escuchen, que nos ayuden en cuanto a agilizar el trámite de la visa tanto al Gobierno como a la embajada y Cancillería”. Desde suelo estadounidense se llegó a organizar una iniciativa de recaudación de fondos para poder asumir los gastos de su estadía y trámites para la visa humanitaria.

“Migré a los Estados Unidos el 22 de julio de 2022 en busca de mejores oportunidades para mi vida y la de mi familia, con la tristeza de dejar a mi esposa e hija de tres años en mi país de origen. El pasado 22 de diciembre ingresé al VCU en el centro oncológico agudo de esta institución de salud”, expresó el joven en el texto que compartió con esa campaña.

Según contó su hermana a este medio, Pedro Vicente no tiene familiares en Estados Unidos y por ello elevó el pedido para que al menos la esposa e hija puedan viajar y estar con él durante la enfermedad y proceso de recuperación. –Semana–

Imagen tomada de Instagram.

Emisora Fusaonline