Aumenta la preocupación por la contaminación de microplásticos en pingüinos, aves marinas y almejas de la Antártida

Científicos y organizaciones internacionales están aumentando sus esfuerzos para lograr un acuerdo global jurídicamente vinculante que aborde la creciente crisis de contaminación por plásticos en los océanos. Entre ellos, la bióloga marina argentina Tatiana Recabarren Villalón ha desempeñado un papel crucial en la documentación de los impactos de los microplásticos en la vida marina.

Villalón, parte de un equipo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), participó en una expedición en la estación de rescate de pingüinos de Magallanes en Bahía Blanca, Argentina. Durante esta misión, descubrieron cómo los microplásticos estaban afectando a los pingüinos juveniles de la especie Spheniscus magellanicus. “Los pingüinos llegaban en mal estado, sin la grasa ni la musculatura necesarias para su migración. En su tracto digestivo encontramos piezas plásticas y metálicas, lo que confirma que los microplásticos están presentes en su dieta”, explica Villalón.

El equipo clasificó y examinó las muestras de microplásticos utilizando técnicas como la prueba de la aguja caliente, que reveló que el 97% de los microplásticos encontrados eran fibras de origen antrópico. Las conclusiones, publicadas en Marine Pollution Bulletin en 2023, muestran que el 91% de los desechos encontrados en las aves eran microplásticos, subrayando la extensión del problema.

La investigación no se limita al Atlántico Sur. En 2019, un estudio de la Universidad de Canterbury reveló que la nieve en la Antártida contiene un promedio de 29 partículas de microplásticos por cada muestra de nieve derretida. Este hallazgo llevó al Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) de la ONU a considerar un instrumento internacional para combatir la contaminación por plásticos. Sin embargo, en la cuarta reunión del CIN en abril de 2024 en Ottawa, aunque se reconoció la gravedad del problema, aún no se llegó a una decisión definitiva.

Marina Fernández, de la sociedad científica Endocrine Society, participó en la reunión de Ottawa y destaca que “necesitamos una voluntad política firme y un proceso transparente para evitar que los intereses económicos diluyan el tratado”. La próxima sesión del CIN, programada para finales de 2024 en Corea del Sur, discutirá la redacción de un tratado global sobre la contaminación por plásticos.

Mientras tanto, científicos como Rodolfo Rondón, del Instituto Antártico Chileno, continúan descubriendo microplásticos en ambientes remotos, como en la especie de almeja Laternula elliptica en la Bahía Fildes. “A pesar de la baja presencia humana en la región, la contaminación está afectando a la fauna marina”, señala Rondón.

Marina Fernández resalta que hay 16,000 químicos en los plásticos, muchos de los cuales no están regulados adecuadamente. La reciente reunión en Ottawa evidenció un fuerte lobby de la industria, que intenta retrasar las decisiones mediante campañas de desinformación.

A nivel global, se producen actualmente alrededor de 450 millones de toneladas de plástico virgen al año. La ONG Agenda Antártica lidera una campaña para sensibilizar a la comunidad internacional sobre este problema, recogiendo firmas para exigir un Tratado Global vinculante. Horacio Werner, director de Agenda Antártica, afirma que “es un llamado a la acción para que naciones, corporaciones e individuos enfrenten la crisis de contaminación por plásticos en los océanos”.

El camino hacia un futuro libre de plásticos es incierto, pero los expertos mantienen la esperanza de lograr un mayor control sobre la producción de plástico o su reemplazo por materiales alternativos. “Es urgente tomar medidas efectivas. Los químicos del plástico pueden causar graves problemas de salud”, concluye Fernández. Un informe de la ONU sugiere que es posible reducir la contaminación por plásticos en un 80% para 2040 si se implementan cambios profundos en políticas y prácticas. Andrés Arias, investigador del Conicet, añade que “la defensa del ambiente es también una cuestión de justicia social y derechos humanos”. – El Pais-