Un asteroide recién descubierto, denominado 2024 YR4, ha encendido las alarmas en la comunidad científica internacional debido a su probabilidad de impacto con la Tierra en diciembre de 2032. Según estimaciones de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), este cuerpo celeste, con un tamaño estimado entre 40 y 90 metros de diámetro, tiene actualmente un 2% de probabilidad de colisionar con nuestro planeta.
El asteroide fue detectado por primera vez el 27 de diciembre de 2024 por el Sistema de Alerta de Último Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Chile. Desde entonces, telescopios de todo el mundo, incluido el Observatorio Magdalena Ridge en Nuevo México y el Telescopio Muy Grande en Chile, han estado rastreando su trayectoria. Además, el Telescopio Espacial James Webb está programado para observar el asteroide en marzo, lo que permitirá obtener mediciones más precisas de su tamaño y órbita.
Aunque las probabilidades de impacto son bajas, los expertos advierten que un choque podría tener consecuencias devastadoras a nivel regional. Si el asteroide se encuentra en el extremo superior de su rango de tamaño, su impacto podría liberar una energía equivalente a 500 bombas atómicas, causando daños significativos en un área de hasta 50 kilómetros alrededor del punto de colisión. Este escenario ha llevado a la ONU a activar por primera vez su Protocolo de Seguridad Planetaria, movilizando a agencias espaciales y observatorios para monitorear de cerca la situación.
La próxima oportunidad para estudiar el asteroide en detalle será en 2028, cuando vuelva a acercarse a la Tierra. Hasta entonces, los científicos trabajarán para refinar su trayectoria y determinar si representa una amenaza real.
Mientras tanto, la NASA y otras agencias espaciales ya están evaluando estrategias de mitigación, como misiones de desvío similares a la exitosa prueba DART realizada en 2022. Aunque el riesgo actual es bajo, este evento ha reavivado el debate sobre la importancia de invertir en tecnologías de defensa planetaria para proteger a la Tierra de futuras amenazas cósmicas.
¿Qué sigue?
Los astrónomos continuarán monitoreando el asteroide 2024 YR4 en los próximos meses, y se espera que las probabilidades de impacto disminuyan a medida que se recopilen más datos. Mientras tanto, la comunidad internacional permanece alerta, demostrando que los sistemas de defensa planetaria están funcionando como una máquina bien engrasada.
Para seguir la trayectoria del asteroide en tiempo real, la NASA ofrece la aplicación web *Eyes on Asteroids*, una herramienta educativa que permite a los usuarios monitorear objetos cercanos a la Tierra.
Este evento sirve como un recordatorio de la importancia de estar preparados para los desafíos que el espacio puede presentar. Aunque el riesgo es mínimo, la vigilancia y la colaboración internacional son clave para garantizar la seguridad de nuestro planeta.—Cnn—
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