Una poderosa tormenta ha causado estragos en el este de Estados Unidos, dejando al menos un muerto, inundaciones generalizadas y evacuaciones apresuradas en varios estados. El fenómeno meteorológico, que ya había afectado a California, ha provocado lluvias torrenciales, deslizamientos de tierra y cortes de electricidad en regiones como Kentucky, Virginia, Tennessee y Arkansas.
Inundaciones mortales y rescates urgentes
En Kentucky, un residente de 73 años falleció tras ser arrastrado por las aguas de una inundación en el área de Horse Creek. Las autoridades han reportado numerosos rescates de vehículos atrapados en las aguas, mientras que carreteras y viviendas han quedado completamente anegadas. El gobernador Andy Beshear declaró el estado de emergencia y advirtió sobre la gravedad de la situación, instando a los residentes a buscar terrenos más altos y mantenerse alerta.
Además de las inundaciones, se han emitido advertencias de tornados en Mississippi, Tennessee y Arkansas, con riesgo de vientos destructivos y daños significativos. Más de 19,000 hogares y negocios en Virginia y 16,000 en Kentucky se quedaron sin electricidad debido a las condiciones extremas.
Esta tormenta ha revivido traumas recientes en Kentucky, donde inundaciones catastróficas en 2022 dejaron 43 muertos y destruyeron infraestructuras críticas. Residentes como Danny Laferty, quien perdió su hogar en aquel desastre, temen “perderlo todo de nuevo” ante la magnitud de las inundaciones actuales.
Los meteorólogos advierten que las lluvias continuarán, con acumulaciones de hasta 20 centímetros en algunas zonas. El Servicio Meteorológico Nacional ha calificado este evento como “potencialmente histórico”, destacando que las inundaciones repentinas son responsables del 40% de las muertes relacionadas con inundaciones en EE.UU.
Las autoridades instan a la población a evitar viajes innecesarios, mantenerse informados a través de alertas meteorológicas y evacuar áreas de riesgo de inmediato. La Guardia Nacional y equipos de rescate están desplegados para garantizar la seguridad pública.
Esta tormenta es un recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades frente a los fenómenos climáticos extremos, que se han vuelto más frecuentes e intensos debido al cambio climático. —Cnn—
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