En la mañana del 23 de agosto de 2024, se registró un fuerte accidente de tránsito en la localidad de Bosa, Bogotá, que involucró a una mezcladora de concreto y un bus articulado de TransMilenio. El incidente tuvo lugar en la intersección de la Avenida Ciudad de Cali con la Calle 59 Sur, uno de los corredores viales más transitados de la capital.
Según informes preliminares, el accidente ocurrió cuando el bus del sistema masivo de transporte, que cubría la ruta B10-G10, se detuvo en una estación para recoger pasajeros. En ese momento, la mezcladora de concreto, que circulaba a alta velocidad, no logró frenar a tiempo, impactando fuertemente contra la parte trasera del articulado.
El choque provocó una escena de caos y confusión, dejando a 20 personas lesionadas, quienes fueron atendidas en el lugar por equipos de emergencia. De acuerdo con la Secretaría de Salud de Bogotá, entre los heridos se encuentran pasajeros del bus, el conductor de la mezcladora, y un peatón que se encontraba cerca de la zona del accidente. Afortunadamente, ninguno de los afectados presenta heridas de gravedad, aunque varios de ellos fueron trasladados a centros asistenciales para una evaluación más detallada.
El accidente generó una fuerte congestión vehicular en la Avenida Ciudad de Cali, afectando la movilidad en ambos sentidos durante varias horas. Las autoridades de tránsito llegaron rápidamente al lugar para controlar la situación y desviar el tráfico hacia rutas alternas mientras se realizaban las labores de remoción de los vehículos involucrados.
Por su parte, TransMilenio S.A. emitió un comunicado en el que lamenta lo sucedido y asegura que se están adelantando las investigaciones correspondientes para esclarecer las causas del accidente. La empresa reitera su compromiso con la seguridad de sus usuarios y pide a los conductores de todos los vehículos que transitan por la ciudad mantener una conducción responsable y respetar las normas de tránsito.
Este incidente pone en evidencia una vez más los riesgos que enfrentan los sistemas de transporte masivo en una ciudad como Bogotá, donde la alta densidad de tráfico y la falta de infraestructura adecuada incrementan la posibilidad de accidentes de este tipo. –El Espectador–
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