Tiendas D1 bajo la lupa: Leche Latti acusada de adulteración con lactosuero

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ha sancionado a varias empresas del sector lácteo, incluyendo a aquellas que comercializan la leche Latti en Tiendas D1, por adulterar productos etiquetados como “leche entera” con lactosuero, una práctica prohibida en Colombia desde 2006. Esta decisión ha generado preocupación entre los consumidores, quienes cuestionan la calidad y transparencia de los productos ofrecidos por la cadena de supermercados.

El hallazgo de la adulteración

Las pruebas realizadas por el INVIMA en 2020 revelaron altos niveles de caseinomacropéptido (CMP), un marcador químico que indica la presencia de lactosuero en la leche. Este subproducto de la fabricación de queso, aunque contiene proteínas y minerales, no iguala el valor nutricional de la leche entera, reduciendo significativamente su contenido de proteínas y calcio. La adición de lactosuero permite a las empresas reducir costos de producción, lo que explicaría los precios bajos de la leche Latti en comparación con otras marcas.

Impacto en los consumidores

La SIC ha enfatizado que esta práctica no solo engaña a los consumidores, sino que también afecta la competencia leal en el sector lácteo. Los clientes de Tiendas D1 han expresado su descontento en redes sociales, cuestionando si la leche Latti cumple con los estándares de calidad prometidos. Hasta el momento, la cadena de supermercados no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso.

Un llamado a la transparencia

Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de mayor transparencia en la industria láctea colombiana. La sanción impuesta por la SIC busca no solo castigar a las empresas responsables, sino también enviar un mensaje claro sobre la importancia de proteger los derechos de los consumidores y garantizar la calidad de los productos que llegan a sus mesas.

Mientras las autoridades continúan investigando, los consumidores deben estar atentos a las etiquetas de los productos y exigir que se cumplan los estándares de calidad establecidos. La confianza en el mercado lácteo depende de la integridad de las empresas y de la rigurosidad de las entidades reguladoras.—Pluralidad Z—

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