Dormir es una de las actividades más placenteras y necesarias para el cuerpo humano, pero a veces puede verse interrumpida por sensaciones incómodas, como el entumecimiento o adormecimiento de los brazos. Este fenómeno, conocido comúnmente como “se me durmió el brazo”, es más frecuente de lo que se cree y, aunque en la mayoría de los casos no representa un problema grave, en algunas ocasiones puede ser señal de algo más serio. Un experto explica las causas y cuándo es momento de preocuparse.
El adormecimiento de los brazos, o parestesia, ocurre cuando se comprime un nervio o se reduce el flujo sanguíneo en una zona específica del cuerpo. Durante el sueño, es común adoptar posturas que presionan los nervios de los brazos, especialmente si se duerme con las extremidades dobladas o debajo del cuerpo. El nervio cubital, que recorre el brazo hasta la mano, es uno de los más afectados por esta compresión.
El Dr. Juan Carlos Pérez, neurólogo y especialista en trastornos del sueño, explica que “cuando un nervio está comprimido durante un tiempo prolongado, deja de enviar señales correctamente al cerebro, lo que provoca esa sensación de hormigueo o adormecimiento”. Además, añade que la falta de movimiento durante el sueño también puede contribuir a la reducción del flujo sanguíneo, agravando la sensación.
Aunque el adormecimiento ocasional de los brazos no suele ser motivo de alarma, hay situaciones en las que es recomendable consultar a un especialista. El Dr. Pérez señala que si el entumecimiento es frecuente, persiste durante mucho tiempo después de despertar o está acompañado de otros síntomas como debilidad muscular, dolor intenso o dificultad para mover la extremidad, podría ser indicativo de problemas más serios, como:
1.Síndrome del túnel carpiano: Una condición en la que el nervio mediano se comprime en la muñeca, causando adormecimiento y dolor en la mano y el brazo.
2. Neuropatía periférica: Daño en los nervios periféricos, a menudo asociado con enfermedades como la diabetes.
3.Hernias discales: Problemas en la columna vertebral que pueden comprimir los nervios y causar adormecimiento en las extremidades.
4.Problemas circulatorios: Condiciones como la enfermedad arterial periférica pueden reducir el flujo sanguíneo a las extremidades.
Para evitar que los brazos se duerman durante la noche, el Dr. Pérez recomienda:
Cambiar de postura al dormir: Evitar dormir sobre los brazos o con las extremidades dobladas.
Usar almohadas de apoyo: Colocar una almohada entre los brazos o debajo de ellos puede ayudar a mantener una postura más neutral.
Realizar estiramientos: Ejercicios suaves antes de dormir pueden mejorar la circulación y reducir la tensión en los nervios.
Mantener un estilo de vida saludable: Controlar enfermedades como la diabetes y evitar el consumo excesivo de alcohol, que puede afectar los nervios.
En conclusión, aunque el adormecimiento de los brazos al dormir es común y generalmente inofensivo, es importante prestar atención a las señales que podrían indicar un problema subyacente. Si los síntomas persisten o empeoran, lo mejor es consultar a un especialista para descartar condiciones más graves. —Blu Radio—
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