Investigadores desarrollan nueva técnica para buscar civilizaciones alienígenas en el sistema TRAPPIST-1

Científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania han creado una innovadora técnica de detección para identificar señales de radio tecnológicas en otros sistemas solares. En su estudio, aplicaron esta técnica en el sistema estelar TRAPPIST-1, ubicado a 39 años luz de distancia. Aunque no encontraron pruebas de vida inteligente, los resultados, publicados en Astronomical Journal y disponibles en el repositorio arXiv, representan un avance significativo en la búsqueda de civilizaciones extraterrestres.

TRAPPIST-1: un laboratorio ideal para la exploración

TRAPPIST-1 es una estrella pequeña y fría, rodeada por siete planetas rocosos, algunos con condiciones que podrían albergar agua líquida, lo que lo convierte en un objetivo atractivo para la búsqueda de vida. Los astrónomos utilizaron el Allen Telescope Array (ATA) durante 28 horas para analizar el sistema en busca de señales de radio tecnológicas, similares a las que usamos para comunicarnos con naves en Marte.

Los investigadores se enfocaron en un fenómeno conocido como Ocultaciones Planeta-Planeta (PPO), que ocurre cuando un planeta pasa frente a otro desde nuestra perspectiva. Estas ocultaciones podrían facilitar la detección de comunicaciones entre civilizaciones al enviar señales entre naves espaciales o robots.

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Resultados y nuevos horizontes en la investigación

Inicialmente, el equipo detectó 25 millones de señales, pero tras filtrar la intensidad y características, redujeron las posibles candidatas a 11.127. De estas, solo 2.264 coincidieron con eventos PPO. Sin embargo, no se encontraron señales inequívocamente alienígenas. Las señales detectadas durante los eventos PPO tenían potencias estimadas entre 2,17 y 421 teravatios, pero ninguna parecía tener un origen no humano.

“Si bien aún no hemos encontrado evidencia de vida, la técnica que desarrollamos abre nuevas posibilidades”, explicó Nick Tusay, investigador principal. “Con futuros equipos más avanzados, como el Square Kilometer Array (SKA), podríamos identificar señales mucho más débiles e incrementar nuestras posibilidades de encontrar comunicaciones extraterrestres.”

Desafíos y perspectivas futuras

Uno de los mayores retos en la búsqueda de señales alienígenas es la interferencia de radiofrecuencia (RFI) desde la Tierra. No obstante, el software avanzado del ATA permitió separar las señales terrestres de las potenciales extraterrestres. Los científicos confían en que, al afinar sus algoritmos y continuar explorando eventos PPO, las próximas investigaciones amplíen las ventanas de búsqueda y mejoren la precisión de las detecciones.

“A medida que perfeccionamos estos métodos, aumentan nuestras chances de hallar signos de vida en otros sistemas”, concluyó el equipo. “El sistema TRAPPIST-1 y técnicas como las PPO representan un enfoque estratégico para encontrar señales de civilizaciones más allá del Sistema Solar.”

La carrera por descubrir si estamos solos en el universo continúa, con cada nuevo avance acercándonos un poco más a resolver uno de los mayores enigmas de la humanidad. –El Confidencial–

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