Un llamado urgente por parte de los trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) ha puesto en evidencia la necesidad de medidas efectivas de protección para el personal de la entidad, luego de que un dragoneante fuera víctima de un atentado sicarial en pleno centro de Bogotá.
El ataque, que ocurrió mientras el uniformado se encontraba en un sector comercial, ha provocado la indignación del gremio de trabajadores, quienes exigen al Gobierno Nacional que se implementen políticas claras de seguridad para garantizar la vida y la integridad de sus miembros. La investigación, en manos de las autoridades, se centra en identificar a los autores materiales del atentado, que, según las primeras hipótesis, podrían pertenecer a la organización delincuencial ‘Los Satanás’, la cual ha distribuido panfletos amenazantes en las instalaciones del Inpec.
Oscar Robayo, líder de los trabajadores del Inpec, advirtió sobre el peligro al que se enfrentan diariamente los funcionarios penitenciarios. “Varias bandas criminales tienen a sus cabecillas tras las rejas, lo que representa un alto riesgo para los uniformados que los custodian”, explicó, al tiempo que urgió mayores garantías de seguridad para los trabajadores, tanto dentro como fuera de los centros penitenciarios.
Robayo también exhortó a los alcaldes de todo el país a tomar medidas efectivas frente a esta problemática, resaltando que las amenazas y agresiones contra el personal del Inpec requieren respuestas concretas, más allá de los discursos políticos que, según el líder, han sido insuficientes.
El dragoneante Kevin Romero, de 21 años, recibió tres impactos de bala en el atentado y fue trasladado a la Clínica Palermo, donde permanece bajo supervisión médica tras una cirugía.-City Tv–
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