La lucha entre Fecode y el Gobierno continúa, con el sindicato exigiendo la retirada de las controvertidas enmiendas a la Ley Estatutaria de Educación.
La tensión entre la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) y el Gobierno Nacional persiste, a pesar de que Fecode fue un pilar fundamental en la campaña electoral de Gustavo Petro. La federación anunció un paro nacional de educadores el 10 de junio, que comenzó el 12 de junio y sigue en curso.
Fecode ha organizado cuatro días de manifestaciones en todo el país para expresar su descontento con las enmiendas propuestas a la Ley Estatutaria de la educación. Durante los días 12, 13 y 14 de junio, los maestros se manifestaron en las calles de las principales ciudades, sosteniendo pancartas del denominado ‘Paro nacional permanente del Magisterio’.
Este lunes 17 de junio, Fecode ha convocado una “gran toma de Bogotá” con concentraciones en diferentes puntos de la capital, incluyendo el sur, norte, oriente y occidente.
El sindicato ha declarado a través de sus canales de comunicación que Colombia necesita un proyecto de ley estatutaria que regule la educación de manera pedagógica, reflexiva, crítica e inteligente, en oposición a las enmiendas propuestas, las cuales consideran inadecuadas. Han afirmado que continuarán luchando en el ‘Paro nacional por la educación’.
Para la jornada del 17 de junio, Fecode ha establecido cuatro puntos de concentración a las 9 de la mañana: el Colegio Manuela Beltrán en el norte, frente al SENA en el sur, el Colegio I.E.D Enrique Olaya Herrera en el oriente, y la Universidad Nacional en el occidente. La Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) ha indicado que el Magisterio Nacional se mantendrá en resistencia hasta que finalice la plenaria del Senado.
El paro del magisterio tiene como objetivo exigir al gobierno el retiro del proyecto de Ley Estatutaria o su hundimiento, proponiendo en su lugar la construcción de una nueva propuesta mediante espacios de participación y diálogo social.
Un punto conflictivo de la enmienda es el artículo 39, que establece la evaluación obligatoria de los docentes en Colombia, utilizando los resultados de los estudiantes en las pruebas de Estado como criterio de evaluación para los maestros. Además, hay otras inconformidades, como la introducción de ‘vouchers’ educativos, que podrían comprometer la libertad de cátedra al imponer un currículo único. —- Colombia.com —
Foto: El Tiempo
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