En una histórica decisión, la plenaria del Senado aprobó este miércoles en último debate el proyecto de ley que prohíbe el matrimonio infantil y las uniones tempranas en el país. La iniciativa, que en ocho ocasiones anteriores había fracasado en el Congreso, fue liderada por las representantes Jennifer Pedraza (Dignidad) y Alexandra Vásquez (Pacto Histórico) y ahora pasará a sanción presidencial para convertirse en ley.
El proyecto establece que ningún juez ni notario podrá legalizar un matrimonio que involucre a menores de edad, una práctica que, hasta ahora, era permitida desde los 14 años con autorización de los padres. Según Pedraza, esta laguna legal había dado lugar a un preocupante “mercado de niños y niñas” que eran intercambiados por bienes como ganado, terrenos y otros recursos.
Una victoria para la infancia
“Hoy es un triunfo, no para nosotras, sino para la infancia y adolescencia de Colombia”, afirmó la representante Pedraza, quien subrayó que con esta ley Colombia deja de formar parte del vergonzoso grupo de países que permiten matrimonios infantiles. Según cifras de la congresista, el país ocupa el puesto número 20 en la tasa mundial de matrimonios de menores y se estima que, hasta 2015, una de cada cuatro mujeres en Colombia se había casado antes de cumplir 18 años.
La representante Vásquez, por su parte, destacó que el proyecto incluye políticas de prevención enfocadas en orientar a los menores sobre sus proyectos de vida antes de considerar una unión marital. “Es un avance que abarca a todas las comunidades del país y busca proteger los derechos patrimoniales de los menores, asegurando su bienestar y desarrollo”, comentó.
Polémica con comunidades indígenas
Durante el debate, surgieron discusiones sobre la aplicación de la ley en las comunidades indígenas, donde algunas prácticas tradicionales podrían entrar en conflicto con la nueva normativa. La senadora Martha Peralta (Pacto Histórico), quien pertenece al pueblo wayuú, señaló que en su cultura las niñas son consideradas mujeres desde su primera menstruación, lo que ha normalizado matrimonios y embarazos tempranos.
“Apoyo el proyecto, pero también reconozco que debemos trabajar en una transición cultural que respete nuestras tradiciones, sin comprometer los derechos de los menores”, expresó Peralta.
Ante estas inquietudes, Pedraza aseguró que el proyecto incluye un enfoque especial para trabajar de la mano con las comunidades indígenas en campañas de prevención y educación, con el objetivo de proteger los derechos de los niños sin imponer una ruptura abrupta con las costumbres tradicionales. Sin embargo, aclaró que la prohibición del matrimonio infantil será de carácter nacional y no se contemplarán excepciones en ninguna región del país.
Esta ley, una vez sea sancionada por el presidente, marcará un hito en la defensa de los derechos de la infancia en Colombia, alineando al país con los estándares internacionales en la protección de los menores de edad. –El Colombiano–
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