En un contexto de creciente tensión entre las dos mayores economías del mundo, China ha enviado un mensaje contundente al gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump. Las declaraciones del Ministerio de Defensa chino aseguran que el país está “preparado para enfrentar cualquier tipo de guerra” si las tensiones comerciales, tecnológicas y geopolíticas escalan a un conflicto mayor.

El anuncio se produce en medio de una serie de desencuentros entre ambas potencias, que han ido más allá de la guerra comercial iniciada en 2018. En los últimos meses, las tensiones se han extendido a áreas como la tecnología, con restricciones a empresas como Huawei y TikTok, y a la política internacional, donde ambos países han chocado por temas como el manejo de la pandemia de COVID-19, la situación en Hong Kong y las disputas en el Mar de China Meridional.
El portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, afirmó en una conferencia de prensa que “China siempre aboga por la paz, pero también está lista para defender su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo”. Además, Wu destacó que el Ejército Popular de Liberación (EPL) ha intensificado su preparación militar para “hacer frente a cualquier desafío”.
Por su parte, el gobierno de Trump ha mantenido una postura firme en su política hacia China, acusando al país asiático de prácticas comerciales desleales, robo de propiedad intelectual y falta de transparencia en el manejo de la pandemia. El presidente estadounidense ha reiterado en varias ocasiones que su administración no permitirá que China supere a Estados Unidos en términos económicos o militares.
Expertos en relaciones internacionales advierten que el enfrentamiento entre ambas potencias podría tener consecuencias globales, especialmente en un momento en el que la economía mundial ya está bajo presión debido a la pandemia. Además, existe preocupación por la posibilidad de que las tensiones deriven en un conflicto militar, aunque ambos países han evitado hasta ahora cualquier escalada directa.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de las relaciones entre Washington y Pekín. Organismos como las Naciones Unidas han llamado al diálogo y a la moderación, subrayando la importancia de evitar una confrontación que podría tener repercusiones impredecibles para el mundo.
En este escenario, China parece dispuesta a mantener su postura de firmeza, mientras Estados Unidos continúa ejerciendo presión a través de sanciones y medidas restrictivas. La pregunta que queda en el aire es si ambos países podrán encontrar una salida diplomática a sus diferencias o si, por el contrario, el mundo se encamina hacia una nueva era de confrontación entre las dos superpotencias. —El Tiempo—
video realacionado: —El Universal—
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