La violencia desatada en el Catatumbo entre el ELN y las disidencias de las Farc ha sumido a la región en una profunda crisis, afectando gravemente a la población civil. Según cifras oficiales de la Gobernación de Norte de Santander, hasta la fecha se registran 80 muertos, incluidos 7 firmantes del acuerdo de paz, y más de 5.000 desplazados.
El gobernador William Villamizar hizo un llamado urgente a los grupos armados para que cesen los enfrentamientos y respeten los derechos humanos. “Necesitamos corredores humanitarios que permitan a las familias desplazarse sin poner en riesgo sus vidas”, expresó.
En respuesta a la crisis, la Gobernación y la Alcaldía de Cúcuta han implementado medidas de emergencia. Se habilitó el estadio General Santander como centro de atención, donde se realiza el censo de desplazados y se entregan donaciones. La campaña solidaria Unidos por el Catatumbo busca recolectar alimentos, ropa y elementos básicos para las familias afectadas.
El alcalde Jorge Acevedo instó a los cucuteños a apoyar la iniciativa: “Necesitamos la solidaridad del pueblo cucuteño. Los afectados requieren alimentos, pañales, ropa y medicamentos de manera urgente”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, lidera desde Cúcuta un Puesto de Mando Unificado (PMU) para coordinar acciones que permitan estabilizar la región y garantizar la seguridad. “Hemos reforzado nuestra presencia militar con nuevos contingentes y tecnología avanzada”, aseguró.
Mientras tanto, cientos de desplazados buscan refugio en Tibú, Ocaña y municipios limítrofes de Venezuela, donde también se han activado operativos de atención. La comunidad internacional, junto con organizaciones como la Cruz Roja y la Defensoría del Pueblo, colabora en las labores humanitarias.
Esta crisis humanitaria sigue aumentando, y las autoridades locales, junto con el gobierno nacional, redoblan esfuerzos para brindar apoyo a quienes han sido víctimas de esta ola de violencia. –El Colombiano–
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