Al menos 51 personas han perdido la vida tras las devastadoras tormentas e inundaciones repentinas que azotaron la región oriental de España, según confirmaron las autoridades este miércoles. Las lluvias torrenciales arrastraron vehículos, convirtieron las calles en ríos y dejaron incomunicadas carreteras y líneas ferroviarias en lo que ha sido catalogado como el peor desastre natural en la memoria reciente del país.
Los servicios de emergencias de la Comunidad Valenciana confirmaron la cifra de víctimas tras los estragos del martes, que afectaron amplias zonas del sur y el este del territorio español. Aguas turbias, mezcladas con escombros y objetos flotantes, avanzaron a gran velocidad por las calles, arrastrando automóviles y muebles. La policía y los equipos de rescate utilizaron helicópteros para evacuar a residentes atrapados en sus casas y vehículos.
Las autoridades anunciaron que varias personas permanecían desaparecidas durante la noche, pero con la llegada de la mañana se confirmó el hallazgo de decenas de cuerpos sin vida.
Más de 1.000 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias fueron desplegados para colaborar en las tareas de rescate y asistencia en las áreas más afectadas.
El alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, declaró a la televisora estatal RTVE que en su municipio todavía se busca a varios desaparecidos. “Es una tragedia sin precedentes”, lamentó Gabaldón, mientras continúa la búsqueda de sobrevivientes.
La situación mantiene en alerta máxima a las autoridades, quienes piden a la población evitar desplazamientos innecesarios mientras continúan las labores de rescate y recuperación. — Independet en Español–
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