Bogotá, 26 de octubre de 2025 – El presidente Gustavo Petro reiteró su llamado para que Ecopetrol venda su participación en el yacimiento Permian Basin, en Estados Unidos, donde opera en alianza con Occidental Petroleum (OXY). La propuesta revive un viejo debate sobre el fracking, la independencia de la petrolera estatal y el impacto económico para Colombia.
¿Qué es el Permian y por qué importa?
El Permian es uno de los mayores yacimientos de hidrocarburos no convencionales del mundo, ubicado en Texas y Nuevo México. Ecopetrol adquirió el 50 % de una joint venture con OXY en 2022, con una inversión inicial de 1.500 millones de dólares. La operación genera altas rentabilidades: en 2024 aportó cerca del 15 % de la producción total de la compañía y márgenes operativos superiores al 60 %, según balances oficiales.
Analistas del sector destacan que el activo produce principalmente petróleo ligero de alta calidad, con algo de gas asociado, y cuenta con reservas probadas por más de 15 años a tasas actuales de extracción.
El argumento de Petro
El mandatario insiste en que Ecopetrol debe salir del fracking en el exterior para alinearse con la política de transición energética y la prohibición del fracking en Colombia (Ley 2222 de 2022). “No tiene sentido financiar en EE. UU. lo que prohibimos en casa”, ha dicho Petro en redes sociales.
Las alertas de los expertos
- Gobierno corporativo: La junta directiva de Ecopetrol, donde el Estado tiene mayoría pero no control absoluto, debe tomar decisiones técnicas, no políticas. Forzar una venta violaría los estatutos de la compañía listada en bolsa (NYSE y BVC).
- Impacto financiero: Vender ahora implicaría una pérdida de valor, ya que el mercado de M&A en Permian está deprimido por regulaciones ambientales en EE. UU. y precios del crudo volátiles (WTI ~75 USD/bl).
- Efecto país: Reduciría la diversificación geográfica de Ecopetrol, afectando su calificación crediticia (BBB- por S&P) y la confianza de inversionistas minoritarios (38 % del capital).
Voces del sector
Exministros de Minas y Energía, en carta pública, advierten que “la decisión debe basarse en estudios técnicos, no en presiones políticas”. Analistas de Corficolombiana estiman que una venta forzada podría generar minusvalías de hasta 800 millones de dólares.
¿Qué sigue?
Ecopetrol no ha anunciado revisión formal del activo. Fuentes internas indican que cualquier desinversión requeriría aval de la junta y estudios de impacto. Mientras, el ruido político ya presionó la acción: -2,1 % en la BVC esta semana.
El dilema: ¿priorizar principios ambientales o preservar valor económico en un activo rentable? La respuesta definirá el futuro de la mayor empresa de Colombia.
-Fuente: El Espectador-
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