En un escenario geopolítico cada vez más complejo, América Latina enfrenta la influencia de dos potencias clave: Estados Unidos y China. Durante el Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe, organizado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe en alianza con el Grupo PRISA y World in Progress (WIP), varias figuras políticas debatieron sobre la presencia de estos actores en la región.
Keiko Fujimori, la política peruana de derecha que ha estado cerca de alcanzar la presidencia en tres ocasiones, fue enfática al defender la soberanía panameña sobre el Canal de Panamá: “El Canal de Panamá es de los panameños y de Panamá”. Su declaración, realizada en un panel sobre geopolítica, marcó distancia con la postura del presidente estadounidense Donald Trump, quien recientemente ha reforzado su enfoque nacionalista y proteccionista. Horas antes, el presidente panameño, José Raúl Mulino, había manifestado un mensaje similar, resaltando la importancia de la independencia del canal frente a presiones internacionales.
Carlos Díaz-Rosillo, director del Centro Adam Smith para la Libertad Económica de la Florida International University y exfuncionario del gobierno de Trump, defendió la postura del mandatario estadounidense. En relación con su reciente roce con el presidente colombiano Gustavo Petro, fue contundente: “Con Trump no se juega”. Según él, la respuesta de Petro lo dejó en “ridículo”. Sin embargo, esta opinión fue rebatida por Ana Irene Delgado, embajadora de Panamá ante la OEA, y Eduardo Verano de la Rosa, gobernador del Atlántico en Colombia. Verano subrayó la necesidad de respeto en las relaciones internacionales y alertó sobre los riesgos de deterioro en la diplomacia.
Uno de los temas clave en la discusión fue el “nearshoring”, estrategia que busca trasladar industrias desde China hacia países más cercanos a Estados Unidos, lo que podría representar una gran oportunidad para América Latina. Díaz-Rosillo aseguró que Trump priorizará a su país, pero también apoyará a naciones aliadas que se beneficien de esta estrategia.
Consultados sobre los eventos geopolíticos más relevantes del año, los panelistas coincidieron en señalar a Trump y China como actores determinantes. Fujimori destacó la preocupación de Washington por la inversión china en el megapuerto de Chancay, en Perú, aunque recordó que inicialmente se buscó financiamiento estadounidense sin éxito. Por su parte, Verano señaló que países como México, Chile, Perú y República Dominicana han fortalecido su infraestructura y regulaciones para aprovechar la coyuntura, mientras que Colombia aún tiene rezagos en estos aspectos.
A medida que avanza el 2025, la influencia de estas dos potencias seguirá definiendo la política y economía latinoamericana, planteando desafíos y oportunidades para la región. –El Pais–

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