En un suceso que ha conmocionado a la comunidad de La Plata, Huila, un niño de cinco años perdió la vida tras recibir una brutal golpiza presuntamente propinada por su propio tío. El menor, identificado como Yosuar Cabrera, fue ingresado al Hospital San Antonio de Padua con evidentes signos de maltrato y graves lesiones en su cuerpo, donde lamentablemente falleció. El responsable, un hombre de 38 años, fue capturado por las autoridades y enviado a la cárcel enfrentando cargos por homicidio agravado.
El pequeño Yosuar estaba bajo el cuidado de su tío materno debido a que su madre se encuentra privada de la libertad en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, mientras que su padre reside en la capital del país. Según el subgerente del hospital, César González, el niño fue llevado al centro médico por el mismo agresor después de que este lo encontrara desmayado en el baño de la vivienda. El informe médico detalló que Yosuar presentaba “equimosis lineales en el tórax, abdomen y extremidades”, heridas aparentemente causadas por correazos. A pesar de los esfuerzos del personal médico, el menor no pudo ser reanimado y sucumbió a las severas lesiones.

El teniente coronel Carlos Sierra, subcomandante del Departamento de Huila, informó que la policía judicial actuó rápidamente tras conocerse el caso, procediendo a la captura del presunto agresor. El hombre fue presentado ante un juez de control de garantías, quien ordenó su reclusión en un centro carcelario. Además, se reveló que el acusado tiene antecedentes judiciales, un factor que podría influir en la severidad de la pena que enfrente. Las autoridades han asegurado que se está realizando una investigación exhaustiva para esclarecer los detalles del caso y garantizar que se haga justicia.
Este trágico incidente pone de nuevo en el foco la problemática del abuso infantil en Colombia. Según la Defensoría del Pueblo, en los primeros cinco meses de 2022 se reportaron 1.178 casos de violencia sexual contra menores, de los cuales 895 involucraban a niños menores de 14 años. El caso de Yosuar resalta la vulnerabilidad de los menores en entornos familiares complicados y la urgencia de implementar medidas más efectivas para su protección.
La muerte de Yosuar ha dejado a su familia sumida en el dolor. Su madre, Michel Caicedo, solicitó permiso para asistir a las exequias de su hijo, pero las autoridades penitenciarias lo denegaron, argumentando una resolución que prohíbe el ingreso de féretros a las cárceles. Esta decisión ha generado críticas de organizaciones de derechos humanos, que consideran que se debería haber permitido a la madre despedirse de su hijo.

En La Plata, la comunidad ha reaccionado con indignación y tristeza. Vecinos y ciudadanos han organizado vigilias en memoria de Yosuar, exigiendo justicia y medidas concretas para prevenir futuros casos de maltrato infantil. En redes sociales, el caso ha desatado una ola de solidaridad y llamados a endurecer las leyes contra los abusadores.
Este lamentable suceso subraya la necesidad de una mayor vigilancia y acción para proteger a los niños y niñas del país. Las instituciones deben fortalecer los mecanismos de supervisión y apoyo a familias en riesgo, mientras que la sociedad tiene el deber de reportar cualquier signo de maltrato. Solo con un esfuerzo conjunto se podrá evitar que más vidas inocentes, como la de Yosuar, se pierdan de manera tan cruel e injusta. —El Tiempo—
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