Un devastador deslizamiento de tierra arrasó con aproximadamente 50 viviendas en la vereda Granizal, en los límites entre Medellín y Bello, Antioquia, dejando un saldo preliminar de 10 personas fallecidas y 15 desaparecidas. La tragedia, ocurrida a las 3:20 a.m. del martes, fue descrita por los vecinos como un estruendo similar al impacto de un avión contra la montaña, causado por el desprendimiento de miles de metros cúbicos de tierra tras más de 36 horas de lluvias intensas.
El asentamiento irregular de Granizal, donde muchas familias habían encontrado refugio, quedó devastado. Entre las víctimas se encuentra María Georgina Hernández, conocida como Érika, de 58 años, quien vivía feliz en su finca junto a su pareja, Agustín Ortiz Rangel, su sobrino Juan David Lozano, de 15 años, y Gilmer Rodríguez, a quien había dado posada. Juan David fue hallado sin vida, mientras que Érika, Agustín y Gilmer permanecen desaparecidos. Verónica Hernández, hija de Érika, relató que su madre se negaba a abandonar el lugar pese a advertencias previas de deslizamientos menores, afirmando que allí moriría feliz.

Dos de sus hijas llegaron hasta el sector y desde la distancia acompañaron el proceso de búsqueda de su madre y sus familiares, el cual comenzaron los organismos de socorro, pero que, sin importar los peligros o que la montaña se pudiera volver a venir, continuaron los vecinos del sector, unas 50 personas.
Otra historia trágica es la de Carolina Ciro Castro y sus dos hijos pequeños, Emanuel Osorio Ciro (4 años) y Maximiliano Martínez Ciro (1 año). Maximiliano fue rescatado con vida y trasladado a un centro asistencial, siendo uno de los ocho sobrevivientes reportados. Sin embargo, Carolina y Emanuel siguen desaparecidos.
A pesar de los riesgos, unos 50 vecinos se unieron a las labores de rescate, utilizando palas y herramientas improvisadas, incluso cuando las autoridades advertían sobre el peligro de nuevos deslizamientos. Héctor Tobón Cardona, uno de los residentes, expresó: “Nos duelen nuestros amigos y vecinos sepultados”. Las autoridades, lideradas por el Cuerpo de Bomberos de Bello, suspendieron las labores de búsqueda hasta las 7:00 a.m. del miércoles para evaluar la estabilidad del terreno con geólogos y garantizar la seguridad.
El deslizamiento, atribuido al desbordamiento de la quebrada La Negra tras intensas lluvias, también afectó el barrio Santo Domingo Savio, en Medellín, donde 23 familias (80 personas) resultaron damnificadas por inundaciones. La Gobernación de Antioquia ordenó la evacuación de sectores como Altos de Oriente y Manantiales, mientras el Siata instala luminarias y radares para monitorear posibles nuevos movimientos de tierra. Un tubo de agua roto en la zona agrava la situación, aumentando la inestabilidad del terreno.
Los cuerpos de las víctimas fatales fueron trasladados a Medicina Legal para su identificación, mientras los familiares de los afectados son alojados en albergues temporales en Bello y Medellín. Las autoridades continúan evaluando la magnitud de la tragedia, que podría aumentar conforme avancen las labores de búsqueda.—Fuente: El Colombiano—
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