El ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Asaad al Shaibani, confirmó este miércoles, 12 de febrero de 2025, que el próximo 1 de marzo se instalará un nuevo gobierno en el país, el cual buscará representar a todos los sectores de la sociedad siria. Este anuncio marca un hito en el proceso de transición política iniciado tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024.
Al Shaibani destacó que el nuevo ejecutivo será “representativo de todo el pueblo sirio y su diversidad”, con el objetivo de consolidar la paz y reconstruir el país tras años de conflicto. El ministro enfatizó que este gobierno trabajará para garantizar la confianza de los ciudadanos y abordará los desafíos económicos y sociales heredados del anterior régimen.
La conformación de este nuevo gobierno es parte de un proceso iniciado tras la ofensiva rebelde que derrocó a Bashar al Assad en diciembre de 2024. Desde entonces, un gobierno interino liderado por Mohamed al Bashir ha estado al frente del país, con la promesa de ceder el poder a un ejecutivo permanente en marzo de 2025.
El nuevo gobierno enfrentará retos significativos, como la reconstrucción de un sistema económico devastado y la reintegración de millones de refugiados. Además, deberá lidiar con las sanciones internacionales que han afectado gravemente a Siria. Al Shaibani hizo un llamado a la comunidad internacional para que levante estas sanciones, argumentando que ya no existen los motivos que las justificaron durante el régimen de Al Assad.
El presidente interino, Ahmed al Shara, ha prometido que este nuevo gobierno será inclusivo y trabajará en la redacción de una nueva constitución, así como en la organización de elecciones libres en los próximos años. Sin embargo, el proceso de transición no está exento de tensiones, especialmente en regiones como el noreste del país, donde milicias kurdas mantienen el control.
La conformación de este nuevo gobierno representa un paso crucial hacia la estabilidad en Siria. Sin embargo, su éxito dependerá de su capacidad para unificar al país, superar los desafíos económicos y ganar el apoyo tanto de la población local como de la comunidad internacional. Los próximos meses serán determinantes para el futuro de Siria. —El Tiempo—
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