En un audaz robo perpetrado en la mañana del 19 de octubre, un grupo de ladrones irrumpió en el Museo del Louvre de París y sustrajo joyas de valor histórico incalculable de la Galería Apolo, donde se exhiben las joyas de la Corona francesa. Entre los objetos robados se encuentran piezas emblemáticas como un collar de esmeraldas regalado por Napoleón a su segunda esposa, María Luisa, y un conjunto de zafiros y diamantes usado por reinas del siglo XIX. Una corona de la emperatriz Eugenia, aunque inicialmente robada, fue recuperada cerca del lugar, según el Ministerio de Cultura de Francia.
Un asalto meticuloso
Los ladrones, cuya cantidad aún no ha sido precisada, llegaron al museo en scooters y utilizaron un montacargas de muebles para acceder al piso superior, donde se encuentra la Galería Apolo. Armados con pequeñas sierras de cadena, forzaron dos vitrinas de alta seguridad en un robo que duró apenas siete minutos, según fuentes cercanas al caso. Las autoridades aún evalúan el valor total de las piezas robadas, pero expertos consideran que su importancia histórica las hace “invaluables”.
El Ministerio de Cultura de Francia confirmó que nueve objetos fueron sustraídos, incluyendo:
- Un conjunto de zafiros y diamantes: Compuesto por una diadema, un collar y un pendiente, usado por reinas como María Amelia y Hortensia de Beauharnais. La diadema cuenta con 24 zafiros de Ceilán y 1.083 diamantes, con un diseño atribuido a los artesanos parisinos del siglo XIX.
- Collar y pendientes de esmeraldas de Napoleón: Regalo de bodas de Napoleón a María Luisa en 1810, elaborados con 32 esmeraldas y 1.138 diamantes por el joyero François-Régnault Nitot.
- Broche relicario de Eugenia: Creado en 1855 para la emperatriz Eugenia, contiene 94 diamantes, incluidos los históricos diamantes Mazarino, obsequiados a Luis XIV en 1661.
- Broche de lazo y diadema de perlas de Eugenia: El broche, originalmente parte de un cinturón de 4.000 diamantes, fue transformado para la emperatriz, mientras que la diadema, creada en 1853, incluye 212 perlas y 1.998 diamantes.
La corona de oro de la emperatriz Eugenia, con 1.354 diamantes y 56 esmeraldas, fue abandonada por los ladrones y recuperada, aunque resultó dañada, según reportes de TF1 y Le Parisien.
Un “desastre nacional”
El experto en recuperación de arte Arthur Brand calificó el robo como un “desastre nacional” para Francia, destacando la importancia cultural de las piezas. “Estas son las joyas de la corona de Napoleón, su esposa y sus sucesores. Son el orgullo de Francia”, afirmó Brand a CNN. Debido a su notoriedad, es probable que los ladrones desmantelen las joyas para vender las gemas por separado y fundan el oro y la plata, lo que dificultaría su recuperación.
Impacto cultural y medidas en curso
Las piezas robadas no solo tienen un valor monetario significativo —el collar y pendientes de María Luisa fueron adquiridos por el Louvre en 2004 por 3,7 millones de euros, y el broche de lazo en 2008 por 6,72 millones de euros—, sino que representan un legado histórico único. Algunas de estas joyas, como el conjunto de zafiros, podrían estar vinculadas a María Antonieta, aunque su origen exacto sigue siendo un misterio.
Las autoridades francesas han intensificado la investigación, analizando imágenes de seguridad y buscando pistas sobre los responsables. El Louvre ha cerrado temporalmente la Galería Apolo para facilitar las pesquisas y evaluar los daños. Mientras tanto, el Ministerio de Cultura ha prometido reforzar las medidas de seguridad en el museo, uno de los más visitados del mundo.
Este robo, por su audacia y el valor cultural de los objetos sustraídos, ha conmocionado a Francia y al mundo del arte. La recuperación de las piezas parece un desafío monumental, pero las autoridades no descartan ninguna vía para devolver estos tesoros a su lugar en la historia.
–Con información de CNÑ-
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