Bogotá,28 de octubre de 2025 – La Fiscalía General de la Nación vive un giro inesperado en su Dirección Seccional contra la Corrupción. Justino Hernández Murcia, quien lideró una ambiciosa reorganización de la unidad, ha sido trasladado a Neiva en un movimiento que genera interrogantes al interior del ente acusador.
Según reveló SEMANA, la resolución que impulsó el “revolcón” incluyó cambios masivos: rotación de fiscales, reasignación de miles de procesos y traslados de decenas de funcionarios a diferentes seccionales del país. El objetivo era equilibrar la carga de expedientes y fortalecer la eficiencia, alineado con los pilares de la fiscal general Luz Adriana Camargo. Hernández mismo advirtió en reuniones internas sobre posibles tutelas derivadas de estos ajustes, que finalmente se materializaron sin mayores contratiempos legales.
Sin embargo, el propio líder del cambio terminó siendo uno de los afectados: su traslado a Neiva deja vacante la dirección en un momento delicado, con procesos aún en fase de estabilización post-reorganización. Fuentes internas cuestionan la lógica de esta decisión, que parece contradecir el rol pivotal que Hernández jugó en la transformación.
Asumiendo el cargo llega Madelene Pérez Ojeda, fiscal con trayectoria destacada en la lucha contra la criminalidad organizada. Recientemente directora seccional en Magdalena, donde obtuvo resultados notables, Pérez Ojeda deberá navegar el “coletazo” de la reestructuración: informes judiciales que algunos funcionarios habrían intentado entorpecer, según filtraciones, y un equipo en transición.
Este relevo subraya la dinámica interna de la Fiscalía bajo la gestión de Camargo, donde la anticorrupción sigue siendo prioridad pese a los vaivenes administrativos.
—Fuente:Revista Semana—
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