Noche violenta en el Bajo Cauca deja varios heridos, enfrentamientos y disparos contra fuerza pública.

Las autoridades desbloquearon más de 80 % de los puntos de cierre en las vías que estaban bloqueadas por la comunidad.

Una noche de horror se vivió este viernes, 10 de marzo, en el Bajo Cauca antioqueño en medio del operativo de la fuerza pública para desbloquear las vías que tienen confinadas a más de 250.000 personas luego de que las negociaciones terminaran otra vez sin acuerdos para levantar el paro minero que completó diez días.

 Sobre las 6:00 de la mañana de este sábado, 11 de marzo, terminó el toque de queda en doce municipios del Nordeste y el Bajo Cauca, donde los pobladores se despertaron en medio de una tensa calma luego de una noche turbulenta.

Luego de que de que los representantes del paro minero se levantaran sin un acuerdo de la mesa y el presidente Gustavo Petro ordenara el desbloqueo de las vías de acceso que tenían confinadas a más de 250.000 personas, cientos de manifestantes se enfrentaron con palos, cadenas y otros elementos contra el Esmad y el Ejército, pero también hubo actos criminales pues desconocidos también atacaron con disparos de armas de fuego, incluso se evidenciaron vainillas de fusil, contra las estaciones de Policía de Cáceres y Tarazá.

La fuerza pública logró el desbloqueo de más del 80 % de los puntos obstaculizados, incluso en la vía a Urabá donde los mineros de Buriticá también cerraron el paso. Sin embargo, quemaron un bus intermunicipal en medio de las confrontaciones.

La noche violenta dejó por lo menos cuatro personas heridas, algunas con lesiones de disparos en los glúteos o también por el lanzamiento de bombas incendiarias, según reportó el general Henry Sanabria, director de la Policía Nacional.

“Hemos tenido infortunadamente, hechos de violencia contra estaciones y subestaciones de Policía donde se han utilizado proyectiles de arma de fuego, armas incendiarias y contundentes. Lo cual ha provocado igualmente la afectación a personas civiles, especialmente en los municipios de Cáceres y Tarazá”, sostuvo el alto oficial.

A pesar de la intervención de la fuerza pública, los ánimos siguen caldeados porque no ha habido acuerdos porque la línea roja -para que los oyentes entiendan- es que los mineros piden que el Gobierno suspenda los operativos de destrucción de las maquinarias como dragas brasileñas o grandes retroexcavadoras que tendrían vínculos con grupos armados ilegales, lo que no es aceptado porque hace parte de la ley. Sin embargo, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, espera que la próxima semana se reanuden los diálogos.

“Se levantaron de la mesa pero para concentrarse en sus sitios. El Gobierno y la institucionalidad también se levantaron de la mesa para avanzar en la recuperación del territorio, pero yo aspiro que la próxima semana sigamos el diálogo con los mineros”, manifestó.

Con la mayoría de las vías desbloqueadas, se espera que en las próximas horas comience el ingreso de caravanas de transportadores con alimentos y otros productos que poco a poco vayan sacando de la zozobra a las comunidades que hoy viven una crisis humanitaria por falta de comida, medicamentos y hasta combustibles en el Nordeste y el Bajo Cauca antioqueño, por lo que estaremos muy atentos al desarrollo de esta situación.

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