Un megaproyecto de transmisión eléctrica podría dejar sin agua a miles de habitantes en varios municipios de Cundinamarca, según denuncian líderes ambientales. Se trata de las líneas de transmisión La Virginia Nueva-Esperanza 500 Kv UPME 07 de 2016 y UPME 01-2013 Sogamoso, que cubrirán el 32% del consumo nacional de energía y beneficiarán a un cuarto de la población colombiana.
Rosalba Cuellar, ingeniera agrónoma e integrante de la Veeduría Ciudadana de Anolaima, alertó sobre los graves impactos ambientales de este proyecto, que atraviesa el estratégico ecosistema conocido como el ‘bosque de niebla’. Este bosque abastece más de 110 acueductos veredales y beneficia a unas 250,000 personas en municipios como Anolaima, Cachipay y La Mesa.
“Nosotros no nos oponemos al proyecto, pero pedimos que se respete el trazado inicial por el corredor suroccidental de La Sabana. El desvío hacia el cerro Manjui afectará especies endémicas y en peligro de extinción como el perezoso de dos dedos, además de causar daños irreparables a la flora y fauna”, señaló Cuellar en diálogo con RCN Radio.
La comunidad exige al Grupo de Energía de Bogotá (GEB) que se instale una mesa de diálogo permanente para evaluar alternativas. Este viernes 22 de noviembre se reunirán con el GEB, la Asociación Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y la Corporación Autónoma Regional (CAR) en busca de acuerdos que eviten la afectación del ecosistema.
“Estamos luchando con argumentos y sentido común. No queremos que este tendido pase por el ‘bosque de niebla’, porque el impacto ambiental sería devastador. Pedimos respeto por nuestras veredas y fuentes de agua”, concluyó Cuellar.
La comunidad, organizada y consciente de la importancia de este ecosistema, busca proteger un recurso vital que consideran invaluable para el presente y futuro de la región. –Alerta Bogota–
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