Los secretos culinarios de la gallina negra en Cundinamarca

En el municipio de Yacopí (Cundinamarca), se encuentra un plato típico que cautiva de manera singular a todos sus comensales: el “sudado” de gallina. Sin embargo, lo que hace especial a este plato es un ingrediente poco convencional y extraordinario: la gallina negra.

Sí, a cuatro horas y media de la capital colombiana, se encuentra el hogar de la gallina negra, conocida por su piel y huesos totalmente oscuros. Aunque su apariencia pueda resultar sorprendente, la preparación de este plato es sencilla y cautiva a los expertos en gastronomía. Según los conocedores de la región cundinamarqués, el sudado de la gallina negra inicia con la cocción de la gallina en una olla de leña, donde se sazona el caldo. A medida que se cocina lentamente, se le agregan papas y arracachas para hacer espesa la elaboración del alimento. Además, las vísceras o “churchitos” como se le conocen en la provincia de Rionegro, se cocinan aparte.

La gallina negra de Yacopí no es como las demás razas. Su color oscuro se debe a una condición genética llamada “fibromelanosis”. Un estudio de la Universidad de Uppsala en Suecia revela que estas aves presentan un aumento diez veces mayor de melanoblastos, las células encargadas de generar el color, en su organismo. Aunque no afecta su salud, hace que sea notoriamente llamativa, despertando interés local e internacional.

El reconocimiento de la gallina negra de Yacopí ha trascendido fronteras y ha sido destacada en publicaciones de National Geographic, donde se explica, que, a pesar de su apariencia peculiar, no es una gallina de producción masiva de huevos, de hecho, sus huevos tienen un color crema que no revela mucho de su exterior oscuro. —– Estrategiamedios.com

Foto: Pazo de Vinale

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