Teherán, Irán – Israel llevó a cabo una serie de ataques aéreos sin precedentes el viernes 13 de junio de 2025, dirigidos contra tres instalaciones nucleares fundamentales de Irán: Natanz, Isfahan y Fordow, además de atacar a varios científicos de alto nivel involucrados en el programa nuclear iraní. El objetivo principal de la operación, según fuentes israelíes, fue frenar el controvertido programa nuclear de Irán, considerado una amenaza existencial por el gobierno de Israel. Sin embargo, el alcance total de los daños y la capacidad de Irán para mantener su programa nuclear aún no están claros, según un informe de CNN Español.
El ataque, descrito como una operación a gran escala, incluyó la destrucción de la parte superficial de la planta piloto de enriquecimiento de combustible de Natanz, una instalación operativa desde 2003 donde Irán ha enriquecido uranio hasta un 60% de pureza, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El uranio apto para armas requiere un enriquecimiento del 90%. Imágenes de radar obtenidas por CNN de la empresa de imágenes espaciales Umbra confirmaron daños significativos en varias áreas de Natanz. En Isfahan, un cobertizo de la instalación se incendió, aunque Irán afirmó que los daños fueron limitados y que los equipos fueron trasladados previamente en previsión de los ataques. Fordow, una instalación subterránea clave, parece haber resistido mejor, con el OIEA reportando que no sufrió impactos significativos. Sin embargo, la operatividad de Fordow es crucial, ya que en 2023 se detectaron partículas de uranio enriquecidas al 83,7%, cercanas al nivel necesario para una bomba nuclear.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, declaró el viernes: “Nos encontramos en un punto clave en el que, si lo dejamos pasar, no tendremos forma de impedir que Irán desarrolle armas nucleares que amenacen nuestra existencia”. Por su parte, Irán reconoció la muerte de nueve expertos nucleares, pero insistió en que los daños a las instalaciones fueron mínimos. Un video compartido con CNN por el Mossad mostró a agentes israelíes contrabandeando armas a Irán antes de los ataques, lo que sugiere una operación de inteligencia altamente coordinada.
La ofensiva también apuntó al liderazgo militar iraní, resultando en la muerte de varios altos mandos, incluido el general de brigada Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aérea del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, durante un ataque a un centro de mando subterráneo en Teherán. Irán respondió lanzando múltiples oleadas de misiles y drones contra Israel en la madrugada del sábado 14 de junio, causando daños en ciudades como Tel Aviv, Rishon LeZion y Ramat Gan, con al menos siete muertos, incluyendo tres mujeres y una niña de 13 años, según el Servicio Nacional de Emergencias de Israel (Magen David Adom).
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó en un discurso el sábado que Israel “atacará cada objetivo” del régimen iraní, refiriéndose a la “amenaza dual” de las capacidades nucleares y el arsenal de misiles balísticos de Teherán. Por su parte, el Ministerio de Salud iraní reportó el domingo al menos 224 muertos, en su mayoría civiles, y 1.277 heridos desde el inicio de los ataques israelíes.
2025, inteligencia estadounidense había advertido sobre preparativos israelíes para un posible ataque, basándose en comunicaciones interceptadas y movimientos militares. La administración de Donald Trump, que busca un acuerdo diplomático con Teherán, expresó preocupaciones sobre el impacto de un ataque en la región, temiendo un conflicto más amplio en Medio Oriente.
Líderes mundiales, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instaron a la desescalada y a retomar las negociaciones diplomáticas. Irán, por su parte, defendió su derecho a enriquecer uranio bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear y calificó las demandas estadounidenses de “enriquecimiento cero” como inaceptables.
Expertos advierten que los ataques podrían no haber eliminado por completo la capacidad nuclear iraní, especialmente si Fordow permanece operativo. Además, la acción israelí, que incluyó asesinatos selectivos de científicos y líderes militares, ha sido calificada por algunos analistas como una humillación para la cúpula iraní, lo que podría desencadenar una escalada de represalias. Otros, sin embargo, sugieren que la debilitada posición militar de Irán, tras sanciones y pérdidas de aliados regionales, podría limitar su capacidad de respuesta.
La comunidad internacional observa con preocupación los desarrollos, mientras Israel e Irán continúan intercambiando ataques, con el riesgo de una guerra regional más amplia en el horizonte.—CNN Español—
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