Bogotá, 3 de julio de 2025 – Adriana Martínez Dogirama, una mujer indígena de la etnia emberá, ha puesto en jaque al Banco de la República de Colombia por el supuesto uso no autorizado de su imagen en el diseño de un billete de 10.000 pesos emitido entre 1992 y 1994. La controversia, que combina elementos de propiedad intelectual, derechos culturales y numismática, ha captado la atención tras la subasta de uno de estos billetes por 6 millones de pesos (unos 1.444 dólares) en mayo de este año.
El billete, retirado de circulación tras el célebre asalto al Banco de la República en Valledupar en 1994, presentaba en su anverso la imagen de una mujer emberá con collares y aretes tradicionales, un diseño que buscaba rendir homenaje a la diversidad cultural de Colombia tras la Constitución de 1991. Sin embargo, Martínez Dogirama asegura que la ilustración está basada en una fotografía suya tomada en 1986, cuando tenía 14 años, por el antropólogo Mauricio Pardo para un boletín del Museo del Oro.

Adriana Martínez Dogirama en una foto publicada en el boletín del Museo de Oro.MAURICIO PARDO
Un hallazgo que desató la controversia
La disputa comenzó cuando Gildardo Tovar, arquitecto y especialista en numismática, identificó en 2023 una sorprendente similitud entre la imagen del billete y la fotografía publicada en el boletín del Museo del Oro. Un peritaje antropomórfico solicitado por Tovar confirmó coincidencias en detalles como la disposición de los collares, los aretes y la pintura facial, lo que sugiere que la imagen de Martínez Dogirama fue utilizada como referencia.
El Banco de la República, por su parte, sostiene que la ilustración no representa a una persona específica, sino que incorpora rasgos generales de la comunidad emberá. “La obra refleja un estilo particular con aspectos originales de la etnia, no de un individuo en particular”, afirmó la entidad en un comunicado.

Algunas comparaciones entre la imagen tomada por el fotógrafo Mauricio Pardo Rojas y el grabado presente en el billete de 10.000 pesos del año de 1992-94.CORTESÍA
Demanda por derechos de autor y reconocimiento
Tanto Martínez Dogirama como Mauricio Pardo han presentado demandas separadas contra el Banco de la República. Pardo, quien tomó la fotografía en 1986, reclama la violación de sus derechos de autor, mientras que Martínez Dogirama solicita que se reconozca el uso de su imagen y una compensación simbólica, enfatizando que su prioridad no es económica. “No buscamos aprovecharnos, solo queremos que se reconozca lo que es justo”, afirmó Alejandra Banubio, hija de Martínez Dogirama, desde Panamá, donde la familia vive desde hace 20 años tras ser desplazada por la violencia en Chocó.
El caso también involucra al grabador italiano Trento Cionini, fallecido en 2005, quien realizó el diseño final del billete. Tovar ha intentado contactar a la familia de Cionini para buscar bocetos o archivos que puedan aclarar el origen de la ilustración, pero aún no ha recibido respuesta.
Un billete de colección con un trasfondo polémico
El billete de 10.000 pesos de 1992, descrito por el Banco de la República como un homenaje a la comunidad emberá, se ha convertido en una pieza codiciada entre coleccionistas. Según Tovar, su valor en el mercado numismático puede oscilar entre 350.000 y 500.000 pesos, y un fallo judicial en contra del banco podría disparar su cotización. En un evento reciente en Bogotá, Martínez Dogirama firmó cerca de 220 billetes, algunos de los cuales fueron subastados, alimentando el interés por esta pieza única.

Grabado realizado por italiano Trento Cionini.CORTESÍA
Sin embargo, el caso también ha generado suspicacias. Algunos observadores sugieren que detrás de la disputa podría haber intereses especulativos en el mercado de billetes de colección, un sector poco conocido en Colombia. Tovar, sin embargo, defiende la legitimidad de la causa: “Es un caso excepcional. Muy pocas personas vivas han aparecido en un billete, lo que hace que este sea un ejemplar único”.
Un litigio en curso
El proceso legal avanza en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, donde la primera audiencia de conciliación entre Pardo y el Banco de la República no llegó a un acuerdo. Mientras tanto, Martínez Dogirama y su familia esperan que el caso siente un precedente sobre el uso respetuoso de la imagen y la cultura indígena. “Vivimos del turismo y de nuestra cultura. Esto es una cuestión de dignidad”, afirmó Banubio.
El Banco de la República insiste en que ha atendido todas las solicitudes de información y defiende la originalidad del diseño del billete. Sin embargo, la controversia pone en el centro del debate la protección de los derechos de las comunidades indígenas y los límites éticos en la representación cultural.— EL PAÍS—
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