El exjefe paramilitar Hebert Veloza García, conocido como alias ‘HH’, presentó su renuncia al cargo de gestor de paz, designación que le había otorgado el presidente Gustavo Petro en noviembre de 2024. La decisión fue comunicada mediante una carta dirigida al consejero comisionado de Paz, Otty Patiño, en la que Veloza argumentó que esta figura no aporta nada nuevo a su compromiso con la reconciliación y la reparación de las víctimas del conflicto armado en Colombia.

En su misiva, ‘HH’ destacó que su labor en el marco de la Ley de Justicia y Paz ya incluye acciones como la búsqueda de desaparecidos, el esclarecimiento de la verdad, la reparación a las víctimas y la promoción de la no repetición de los hechos violentos. “La gestoría de paz pediría de mí hacer exactamente lo que he venido haciendo por muchos años, sin que esta figura aporte nada nuevo en mi compromiso con la paz del país”, expresó el excomandante paramilitar.
Veloza también señaló que no mantiene vínculos con estructuras ilegales actuales, lo que limita su capacidad para actuar como intermediario en procesos de desmovilización. A pesar de su renuncia, reafirmó su compromiso con la paz y agradeció al presidente Petro por la oportunidad brindada.
La designación de ‘HH’ y otros 17 excomandantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) como gestores de paz había generado controversia desde su anuncio. El Gobierno defendió esta medida como un paso hacia la reconciliación y el desmonte de estructuras paramilitares. Sin embargo, para Veloza, este rol no representaba una novedad en su trayectoria de contribución a la paz.
Hebert Veloza, quien fue líder del Bloque Bananero de las AUC, ha estado involucrado en crímenes como la Masacre del Naya, por los cuales fue condenado a 40 años de prisión. Actualmente, se encuentra en libertad condicional por cuatro años, tras cumplir parte de su condena en Colombia y Estados Unidos.
Aunque su renuncia marca un distanciamiento formal de la figura de gestor de paz, ‘HH’ aseguró que continuará trabajando por la reconciliación desde sus posibilidades, manteniendo su compromiso con las víctimas y la no repetición de los actos violentos que marcaron su pasado.
Esta decisión abre un nuevo capítulo en el debate sobre el papel de los excombatientes en los procesos de paz y la efectividad de las estrategias gubernamentales para lograr la reconciliación nacional.—Caracol Radio—
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