El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) anunció este lunes que ha deportado a más de 500.000 inmigrantes indocumentados desde el inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump, según cifras oficiales que incluyen rechazos en fronteras y puertos de entrada.
Las deportaciones abarcan operaciones de múltiples agencias, como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza (CBP). Sin embargo, fuentes internas del Gobierno expresan frustración por el ritmo de arrestos, que no alcanza el objetivo anual de un millón de deportaciones establecido por la Casa Blanca.
“Un desastre”, calificó un funcionario anónimo del Gobierno la iniciativa de contratación de ICE, en referencia a los desafíos para expandir el personal y cumplir con las metas.
En respuesta, la portavoz de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, defendió los avances: “El presidente Trump y la secretaria [Kristi] Noem han reactivado una agencia que estuvo atada de manos e impedida de hacer su trabajo durante los últimos cuatro años. Frente a un número histórico de medidas cautelares de jueces activistas y amenazas a las fuerzas del orden, el DHS, ICE y CBP no solo han cerrado la frontera, sino que han logrado avances históricos para cumplir la promesa del presidente Trump de arrestar y deportar a extranjeros ilegales que han invadido nuestro país”.
El DHS ha impulsado campañas publicitarias multimillonarias y incentivos financieros para fomentar salidas voluntarias, como parte de su estrategia para acelerar el proceso.
La política migratoria ha generado tensiones en varias ciudades. En Oakland, California, un agente de la CBP apuntó con un arma a manifestantes frente a la Isla de la Guardia Costera el 23 de octubre, en medio de protestas contra las deportaciones masivas.
Las cifras oficiales no detallan el desglose por nacionalidad o estatus previo de los deportados, pero destacan un aumento significativo en comparación con administraciones anteriores. Analistas independientes advierten que el ritmo actual proyecta alrededor de 750.000 deportaciones anuales, por debajo de la meta presidencial.
-Fuente: Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS).-
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