La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, ha manifestado públicamente su preocupación por las amenazas que ha recibido y que ponen en riesgo su vida. En una reciente declaración, Márquez, quien es una reconocida líder social y defensora de los derechos humanos, denunció que ha sido objeto de intimidaciones y hostigamientos, lo que ha generado alarma tanto en el ámbito político como en la sociedad civil.
Márquez, la primera mujer afrodescendiente en ocupar la vicepresidencia del país, ha sido una figura clave en la lucha por la justicia social, la defensa del medio ambiente y los derechos de las comunidades étnicas. Sin embargo, su liderazgo y su activismo la han convertido en un blanco de ataques y amenazas por parte de grupos que se oponen a su labor.
En una entrevista reciente, la vicepresidenta afirmó: “No es fácil estar en este lugar, sabiendo que hay personas que quieren callarme, que quieren acabar con mi vida. Pero no voy a permitir que el miedo me paralice. Seguiré trabajando por las causas que he defendido toda mi vida”.
Las declaraciones de Márquez han generado una ola de solidaridad por parte de organizaciones de derechos humanos, líderes políticos y ciudadanos, quienes han exigido al Gobierno colombiano que garantice la seguridad de la vicepresidenta y se investiguen las amenazas en su contra.
El presidente Gustavo Petro también se pronunció al respecto, reiterando su compromiso con la protección de Márquez y de todos los líderes sociales que enfrentan riesgos en el país. “Francia es una líder fundamental para este gobierno y para Colombia. No permitiremos que nada le pase. La protección de su vida y su integridad es una prioridad”, aseguró Petro.
Colombia sigue siendo uno de los países más peligrosos para los defensores de derechos humanos y líderes sociales. Según organizaciones no gubernamentales, cientos de activistas han sido asesinados en los últimos años, lo que ha generado una crisis humanitaria y de derechos humanos en varias regiones del país.
La situación de Francia Márquez pone en evidencia los desafíos que enfrentan las mujeres líderes, especialmente aquellas que provienen de comunidades históricamente marginadas, en un contexto de violencia y discriminación. Su voz, sin embargo, sigue siendo un símbolo de resistencia y esperanza para muchos colombianos que luchan por un futuro más justo y equitativo.
Mientras tanto, las autoridades han anunciado que se están tomando medidas adicionales para garantizar la seguridad de la vicepresidenta, aunque muchos exigen acciones concretas y resultados efectivos para proteger no solo a Márquez, sino a todos los líderes sociales en riesgo en el país. —elColombiano—
Emisora Fusaonline