Fiscalía adelanta la investigación sobre los seis policías acusados de secuestro extorsivo.

Crece la polémica que envuelve a seis uniformados que fueron capturados en la estación de policía de Engativá acusados de secuestro extorsivo por supuestamente subir a sus víctimas en los vehículos de la institución y cobrarles millonarias sumas de dinero.

Según el relato de la delegada fiscal del caso, los seis patrulleros amenazaban a los civiles con ejecutar órdenes de detención –que no existían– si estos no pagaban entre 10 y los 20 millones de pesos.

Los uniformados no solo se encargaban de amedrentar a personas que tenían ‘estudiadas’ y de las que conocían sus lugares de residencia y las actividades económicas a las que se dedicaban, sino que también ejercían presión sobre sus familiares.

En medio de la audiencia de legalización de captura, la esposa de una de las víctimas señaló en su testimonio a la Fiscalía que los policías acusados llegaron a la fábrica en la que trabaja su marido y dijeron que tenían una orden de captura en su contra y le pidieron que se montara en la patrulla porque le iba a decir algo.

Aunque la mujer no entendía nada y lo que pasó dentro del vehículo oficial era un misterio para ella, sí aseguró: “Mi esposo me llamó cuando se lo llevaron, él estaba dentro del carro y me decía: ‘Esta gente me quiere matar, son policías; ayúdame, por favor’.Me dijo también que le estaban pidiendo plata y que tenía que hacer unas transferencias a varias cuentas para que lo dejaran ir. Yo le dije que no teníamos esa cantidad de dinero”, señaló.

En la declaración también quedó registrado que una vez la mujer llegó al CAI de Engativá, donde se suponía que estaba su esposo, un hombre conocido como ‘Teniente’ le dijo que tenía que hacer lo que el esposo le había pedido y que si no hacía esas transferencias, ellos (los policías) le quitarían todos sus bienes y la camioneta en la que se movilizaba.

Tras hacer los pagos, el secuestrado fue liberado, pero no sin antes recibir una amenaza de los uniformados. Según su testimonio, le habrían dicho: ‘No se vaya a poner de sapo a denunciar porque nosotros podemos destruirlo’.

‘Modus operandi’

Aunque al cierre de esta edición la audiencia de medida de aseguramiento en contra de los seis uniformados fue aplazada y no hubo una decisión de fondo, quedó clara la forma como supuestamente los cinco patrulleros y el teniente utilizaban el CAI de Engativá, las patrullas y motos para retener a sus víctimas e infundirles terror.

Según la Fiscalía, los policías usaban su dominio del sector para estudiar y escoger a sus víctimas; las perfilaban, las seguían, sabían quiénes eran sus familiares, qué hacían, dónde vivían y dónde trabajaban, estaban detrás todo el tiempo”, dijo la fiscal. Luego de identificar los puntos débiles de cada uno empezaban los contactos, los paseos en las patrullas y, finalmente, el supuesto arresto, en el que les pedían dinero o les arrebataban sus pertenencias. —- El Tiempo

Foto: Blu Radio

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