Estados Unidos y Francia lanzan contraofertas para frenar la compra de aviones suecos por parte de Colombia

Mientras el gobierno de Gustavo Petro avanza en la adquisición de los cazas Gripen de Saab, Lockheed Martin y Dassault presentan propuestas con financiamiento flexible y cooperación a largo plazo.


La renovación de la flota de combate de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) se ha convertido en un escenario de intensa competencia internacional. Aunque el gobierno colombiano ya anunció su intención de adquirir los cazas Gripen 39 de la empresa sueca Saab, tanto Estados Unidos como Francia han presentado contraofertas de último momento, buscando influir en la decisión final . 

Saab ha logrado posicionarse como favorita con una propuesta integral que va más allá de la compra de aviones. Su oferta incluye transferencia tecnológica, desarrollo de software, inversión industrial y un paquete de compensación social y económica valorado en 2.000 millones de dólares. Entre los proyectos destacados está la instalación de paneles solares en La Guajira, una región históricamente marginada . 


Dassault Aviation, respaldada por el gobierno francés, ha reactivado su oferta con los cazas Rafale. La propuesta incluye 16 aeronaves de última generación, financiamiento flexible, cesión temporal de aviones durante la fabricación de los nuevos y un plan de cooperación a largo plazo en tecnología y capacitación. El embajador francés, Sylvain Itté, destacó que su objetivo es “desarrollar una industria tecnológica en Colombia”, no solo vender aviones . 


Por su parte, Lockheed Martin, con el apoyo del gobierno estadounidense, prepara una contraoferta basada en los cazas F-16, complementada con beneficios institucionales y sostenibilidad operativa. Sin embargo, analistas señalan que la oferta llega tarde y enfrenta desafíos políticos, además de las restricciones operativas que impone el Pentágono sobre el uso de estos aviones . 


A pesar de las nuevas propuestas, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, reiteró que el gobierno colombiano mantiene su decisión de avanzar con Saab, aunque las contraofertas podrían influir en ajustes finales al contrato, previsto para firmarse antes de julio . 


La elección de los nuevos aviones de combate no solo definirá el futuro de la defensa aérea colombiana, sino también sus alianzas estratégicas en el escenario global. Mientras Suecia ofrece neutralidad política e impacto social, Francia y Estados Unidos buscan consolidar su influencia mediante cooperación militar y tecnológica. El desenlace de esta puja diplomática se conocerá en los próximos meses. — El Colombiano —

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