Un reciente artículo de DW explora una pregunta que muchos se hacen: ¿es mejor ducharse por la mañana o por la noche? Según la ciencia, ambas opciones tienen beneficios específicos dependiendo de tus objetivos y estilo de vida.
Ducharse por la mañana puede ser ideal para despertar el cuerpo y la mente. El agua, especialmente si es fresca, estimula la circulación, mejora el estado de alerta y ayuda a empezar el día con energía. Además, elimina el sudor nocturno y prepara la piel para el día, siendo una buena opción para quienes buscan una rutina revitalizante.
Por otro lado, ducharse por la noche favorece la relajación y el sueño. Una ducha tibia o caliente antes de acostarse ayuda a reducir el estrés, relaja los músculos y elimina la suciedad acumulada durante el día. Estudios sugieren que bañarse 1-2 horas antes de dormir puede mejorar la calidad del sueño, ya que la caída de la temperatura corporal post-ducha induce somnolencia.
La elección depende de tus necesidades: si buscas energía, opta por la mañana; si prefieres descansar mejor, elige la noche. Incluso combinar ambas duchas puede ser válido, siempre que no afecte tu piel ni el consumo de agua. La ciencia no dicta una regla universal, pero sí ofrece pistas para decidir según tu rutina.—Fuente: DW —
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