Elon Musk, empresario y fundador de Tesla y SpaceX, anunció este miércoles su salida del Gobierno de Donald Trump, expresando su “decepción” por el megaproyecto fiscal y presupuestario impulsado por el presidente, el cual, según Musk, “socava” su labor como asesor de eficiencia gubernamental.
Musk ocupaba el cargo de Empleado Gubernamental Especial, liderando el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), cuya misión era reducir el gasto público. En su cuenta de X (antes Twitter), Musk agradeció a Trump por la oportunidad de contribuir a la reducción del gasto gubernamental, pero señaló que su tiempo en el cargo había concluido.
Durante su gestión, Musk se propuso recortar dos billones de dólares en gastos, pero solo logró reducir 150.000 millones. Además, enfrentó críticas por medidas drásticas, como el despido de más de 260.000 empleados federales.
Su renuncia se produce en medio de la controversia por una nueva legislación fiscal promovida por Trump, que incluye aumentos en el gasto en defensa y migración, y que, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, podría incrementar el déficit en 3,8 billones de dólares en la próxima década.
A pesar de su salida, la Casa Blanca ha asegurado que continuará con el plan de recortes. Legisladores republicanos como Mike Lee y Mike Johnson han respaldado la labor de Musk, aunque su partida destaca las tensiones internas sobre el rumbo fiscal del gobierno.
Con su regreso al sector privado, Musk enfrentará desafíos significativos, incluyendo una caída del 71% en las ganancias de Tesla y la presión de los accionistas para que se enfoque en su rol como CEO. — El Tiempo —
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