Imagina esto: estás en medio de un silencio absoluto, y de repente, un zumbido insistente aparece en tus oídos como un invitado no deseado. No hay nada a tu alrededor que lo explique, pero ahí está, ese pitido que te hace preguntarte si estás perdiendo la cabeza o si algo más serio está ocurriendo. Si te ha pasado, no estás solo. Según expertos en fonoaudiología, este fenómeno, conocido como tinnitus, afecta a millones y tiene más causas de las que podrías sospechar.
En una reciente entrevista con Blu Radio, una fonoaudióloga desmenuzó este enigma auditivo que muchos ignoran hasta que se convierte en un compañero constante. ¿El culpable? Podría ser desde el estrés que nos carcome en esta era de prisas y pantallas, hasta la exposición prolongada a ruidos ensordecedores que ni siquiera registramos: el tráfico, los audífonos a todo volumen, o ese concierto al que fuiste y del que saliste con los oídos zumbando. Pero no todo es tan obvio; enfermedades como la hipertensión o incluso una simple acumulación de cerumen podrían estar tocando la alarma en tu cabeza.
Lo fascinante —y a la vez inquietante— es que el tinnitus no es un sonido real, sino una percepción. Es tu cerebro, ese director de orquesta caótico, intentando llenar un vacío o responder a un daño que no siempre vemos. Y aunque no hay una cura mágica, la experta sugiere que evitarlo pasa por pequeños actos de rebeldía cotidiana: bajar el volumen, darle un respiro a tus oídos, y, sí, visitar a un especialista antes de que ese pitido se convierta en el soundtrack de tu vida.
Así que la próxima vez que escuches ese silbido fantasma, no lo ignores. Podría ser tu cuerpo susurrándote —o gritándote— que es hora de prestar atención. Porque en el silencio, a veces, se esconden las señales más ruidosas.— Blu Radio—
Emisora Fusaonline