El Gobierno de Trump Prohíbe a Harvard Matricular Estudiantes Internacionales

Washington, 22 de mayo de 2025 – En una decisión sin precedentes, la administración del presidente Donald Trump revocó este jueves la capacidad de la Universidad de Harvard para matricular estudiantes internacionales, intensificando el conflicto entre el gobierno y la prestigiosa institución de la Ivy League. La medida, anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y liderada por la secretaria Kristi Noem, afecta a aproximadamente 6,793 estudiantes internacionales, que representan el 27.2% de la matrícula de Harvard en el curso 2024-2025, provenientes de más de 140 países.

El DHS justificó la revocación de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP) de Harvard acusando a la universidad de fomentar un entorno “inseguro” al permitir la presencia de “agitadores antiestadounidenses y proterroristas” que, según el comunicado, han atacado a estudiantes judíos en el campus. Además, se señaló a Harvard por supuesta coordinación con el Partido Comunista Chino, incluyendo la capacitación de miembros de un grupo paramilitar chino en 2024. La Casa Blanca afirmó que “matricular a estudiantes extranjeros es un privilegio, no un derecho”, y acusó a Harvard de convertirse en un “semillero de agitadores antiestadounidenses, antisemitas y proterroristas”.

La medida obliga a los estudiantes internacionales actualmente inscritos a transferirse a otras universidades o arriesgarse a perder su estatus legal en Estados Unidos. Harvard calificó la decisión como “ilegal” y anunció que impugnará la medida en los tribunales. “Estamos totalmente comprometidos a mantener la capacidad de Harvard para acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, que enriquecen inmensamente la universidad y esta nación”, declaró un portavoz de la institución.

La matrícula en Harvard asciende a 59,320 dólares anuales, y con alojamiento y comida puede alcanzar los 87,000 dólares, según The New York Times. Los estudiantes internacionales, que suelen cubrir una mayor proporción de estos costos, son una fuente crucial de ingresos para la universidad. La prohibición no solo amenaza la diversidad y la excelencia académica de Harvard, sino también su estabilidad financiera, además de poner en riesgo líneas de investigación en áreas como ciencias, ingeniería y salud pública.

El conflicto se enmarca en una escalada de tensiones entre la administración Trump y Harvard, que incluyó previamente la congelación de 2,200 millones de dólares en fondos federales y amenazas de revocar la exención fiscal de la universidad. La Casa Blanca exigió a Harvard cumplir con una serie de demandas en 72 horas, incluyendo la entrega de registros disciplinarios de estudiantes extranjeros y grabaciones de protestas en el campus, acusando a la universidad de no cumplir con solicitudes previas de información.

La comunidad académica ha expresado preocupación por las implicaciones de esta medida. “Sin sus estudiantes internacionales, Harvard ya no será Harvard”, afirmó Leo Gerdén, estudiante internacional y defensor de los derechos de los alumnos extranjeros. Expertos advierten que esta decisión podría beneficiar a universidades extranjeras como Oxford y Cambridge, que podrían atraer a los talentos internacionales desplazados.

Esta acción marca un punto de inflexión en la relación entre el gobierno federal y la academia estadounidense, generando temores sobre la autonomía universitaria y la libertad académica en el país.—CNÑ—

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