Aunque este martes el Comando Central del Eln ordenó el cese al fuego contra la Fuerza Pública, el Ejército denunció un grave hecho en el cual esta guerrilla habría secuestrado a la sargento segundo Ghislaine Karina Ramírez y a sus dos hijos menores de edad, de 6 y 8 años de edad, uno de ellos con autismo, quienes viajaban en automóvil hacia el municipio de Arauca.
Este hecho se presenta a pocas horas de que iniciara la segunda fase del cese del fuego bilateral que, aunque comienza oficialmente el 3 de agosto, este 6 de julio tiene previsto comenzar una fase de órdenes de cese de operaciones ofensivas.
Según un comunicado de prensa del Comando de la Fuerza de Tarea Quirón, unidad orgánica de la Octava División del Ejército Nacional, se presume que la familia habría sido secuestrada por integrantes del Frente Domingo Laín Sáenz del Eln mientras la sargento “conducía por el municipio de Fortul, Arauca, el pasado 3 de julio en horas de la noche”.
Se indicó también que la uniformada y sus hijos hacen parte de la familia de un oficial perteneciente a la Fuerza de Tarea Quirón, de la Octava División.
El Ejército explicó que cuando se conoció de este crimen que viola el derecho internacional humanitario se avisó a las autoridades competentes y ahora mismo se adelantan acciones para la liberación de los secuestrados.
“Responsabilizamos de la vida e integridad física de nuestra suboficial y los menores de edad al Frente de Guerra Oriental del Eln“, añadió la institución, que dijo que realiza el acompañamiento psicosocial al esposo y padre de la sargento y a su familia, activando los protocolos establecidos por parte del Centro de Familia.
Además de este crimen que el Ejército consideró como de lesa humanidad, hay otras acciones del Eln que ponen en duda su intención de seguir avanzando en el proceso de paz.
Por ejemplo, en Chocó, el Frente de Guerra Occidental del Eln anunció un paro armado indefinido desde este 4 de julio, con lo cual la subregión del San Juan (Chocó) se enfrenta ahora mismo al quinto paro armado de esa guerrilla.
Estos enfrentamientos que vienen presentándose entre el Eln y otros grupos en la región han afectado, según la Defensoría del Pueblo, a 41 comunidades afro y 11 comunidades indígenas, para un total de 8.275 personas que se han visto confinadas; principalmente, habitantes de Nóvita, Sipí, Istmina, Medio San Juan y Litoral del San Juan. –El Tiempo–
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