En un paso histórico para abordar las desigualdades de género en el sistema pensional, el gobierno de Colombia ha confirmado que a partir de 2025 comenzará a regir una reducción gradual en el número de semanas que las mujeres necesitan cotizar para acceder a una pensión. Esta medida, que disminuirá el requisito actual de 1,300 semanas a 1,000 semanas para 2036, busca beneficiar a miles de mujeres que enfrentan obstáculos para cumplir con los criterios existentes debido a las dinámicas del mercado laboral y responsabilidades familiares.
Hoy en día, tanto hombres como mujeres en Colombia deben cotizar 1,300 semanas—equivalentes a unos 25 años—para calificar a una pensión. Sin embargo, las mujeres frecuentemente encuentran dificultades para alcanzar este umbral. Factores como una menor participación en la fuerza laboral, la brecha salarial de género y las interrupciones en sus carreras por responsabilidades de cuidado—como el manejo del hogar o la crianza de hijos—han resultado en que muchas queden excluidas de la seguridad en el retiro.
La reforma establece una transición paulatina que iniciará el 1 de julio de 2025. En ese año, las mujeres necesitarán haber cotizado 1,275 semanas para ser elegibles, reduciendo el requisito en 25 semanas cada año subsiguiente hasta llegar a las 1,000 semanas en 2036. Este cambio responde a un fallo de la Corte Constitucional que destacó la necesidad de adoptar un enfoque sensible al género en la elegibilidad pensional, reconociendo las barreras estructurales que enfrentan las mujeres.
A continuación, el cronograma tentativo de la reducción:
– 2025: 1,275 semanas
– 2026: 1,250 semanas
– 2027: 1,225 semanas
– (y así sucesivamente, disminuyendo 25 semanas por año)
– 2036: 1,000 semanas
Esta medida forma parte de una reforma más amplia del sistema de pensiones en Colombia, que entrará en vigor el 1 de julio de 2025. Entre los cambios destacados está la creación de un sistema unificado: todos los trabajadores cotizarán al sistema público (Colpensiones) hasta un cierto umbral de ingresos, mientras que las cotizaciones excedentes irán a fondos privados. El objetivo es ampliar la cobertura, especialmente para quienes laboran en la informalidad o tienen bajos ingresos, garantizando que más colombianos accedan a beneficios de jubilación.
Para las mujeres, la reducción a 1,000 semanas es un avance significativo. Reconoce el impacto desproporcionado del trabajo no remunerado, como el cuidado de la familia, en su capacidad para acumular semanas cotizadas. Al bajar este requisito, se espera que más mujeres puedan asegurar una pensión, disminuyendo las brechas de género en los ingresos durante el retiro.
La reforma ha sido elogiada como un esfuerzo por atender los desafíos sistémicos del sistema pensional colombiano, donde solo una pequeña fracción de la población logra actualmente calificar para una pensión. Este cambio no solo refleja un compromiso con la equidad de género, sino que también establece un precedente para políticas que consideren las realidades diversas de los trabajadores.
A medida que Colombia implemente estas modificaciones, el impacto de reducir las semanas cotizadas para mujeres será un tema clave a seguir, tanto por sus beneficios inmediatos como por su aporte a la justicia social en el largo plazo. — Caracol Radio—
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