Casi 6 de cada 10 trabajadores en Colombia laboran en la informalidad, según el DANE

Entre marzo y mayo de 2025, el 55,9 % de los trabajadores ocupados en Colombia se encontraba en la informalidad, según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). A pesar de que el desempleo nacional se redujo al 9 % en junio, el nivel más bajo en más de una década, la informalidad sigue siendo un desafío estructural para el mercado laboral del país.

De acuerdo con el DANE, un trabajador informal es aquel que no está afiliado a un sistema de pensión, no cotiza a seguridad social y carece de las garantías laborales propias del empleo formal. Este fenómeno se agudiza fuera de los grandes centros urbanos, donde la informalidad alcanzó el 62,8 % en municipios intermedios, rurales y de menor urbanización. En contraste, en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas, la informalidad creció de 41,5 % en 2024 a 42,3 % en 2025, mientras que en el conjunto de las 23 ciudades principales se situó en 43,7 %.

Sectores y grupos más afectados
Los sectores con mayor prevalencia de empleo informal son el comercio (mayorista y minorista), la agricultura, el transporte y el servicio doméstico, donde predominan trabajadores independientes y empleados de pequeñas unidades económicas sin vínculos laborales formales. Los trabajadores por cuenta propia son los más impactados, con más del 80 % sin cotización a pensión. Asimismo, los empleados de empresas con menos de cinco trabajadores enfrentan alta vulnerabilidad.

En términos demográficos, los jóvenes de 18 a 28 años y las mujeres, especialmente en zonas rurales, presentan mayores tasas de informalidad. Los jóvenes enfrentan barreras para acceder a su primer empleo formal, mientras que las mujeres, muchas con responsabilidades de cuidado no remunerado, se concentran en sectores de baja productividad como el comercio informal y el trabajo doméstico.

Un desafío para el empleo digno
A pesar de los avances en la reducción del desempleo, la alta informalidad limita el acceso a protección social, dificulta trayectorias laborales estables y perpetúa brechas de inequidad. Este panorama convierte a la informalidad en una de las principales barreras para garantizar empleo digno en Colombia.—el Espectador—

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