Puerto España, Trinidad y Tobago — Un buque de guerra de los Estados Unidos, el USS Gravely, arribó este domingo a la capital trinitense, en una zona ubicada a apenas 10 kilómetros de la costa venezolana.
La embarcación estará atracada en Puerto España hasta el próximo jueves, período durante el cual una unidad de marines estadounidenses realizará ejercicios conjuntos con las fuerzas de defensa locales.
El anuncio de este despliegue había sido formulado días antes por el Gobierno de Trinidad y Tobago, que indican que la llegada del buque forma parte de una estrategia más amplia de Washington en la región caribeña. Desde agosto, los Estados Unidos han incrementado la presencia de buques de guerra en el Caribe, y desde septiembre ejecutan una campaña de ataques aéreos contra embarcaciones de presuntos narcotraficantes.
El mandatario estadounidense Donald Trump también anunció la eventual movilización del portaaviones USS Gerald R. Ford —considerado el más grande del mundo— al Caribe, lo que ha generado malestar en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro denunció lo que calificó como “la invención de una nueva guerra”.
Contexto y posibles implicaciones
La llegada del USS Gravely a un punto tan cercano a la costa venezolana subraya la importancia estratégica que los Estados Unidos asignan al Caribe y, en particular, a la ZEE (zona económica exclusiva) y rutas marítimas del norte de Venezuela. Si bien el objetivo oficial es el fortalecimiento de la cooperación en materia de defensa y lucha contra el narcotráfico, el movimiento también es visto por algunos analistas como un despliegue con efecto disuasorio ante posibles tensiones geopolíticas.
Trinidad y Tobago, país insular del Caribe con limitada capacidad militar, adquiere un rol relevante como base de operaciones y plataforma de ejercicio conjunto. Al mismo tiempo, la cercanía con Venezuela enfatiza la sensibilidad de este tipo de maniobras en una zona regional que ha sido escenario de tensiones políticas, económicas y militares en los últimos años.
Reacciones
Desde Venezuela, el gobierno de Maduro expresó públicamente su rechazo a la presencia militar estadounidense en el Caribe, interpretándola como un acto de provocación y expansión militar.
Por su parte, no se han divulgado declaraciones formales por parte del comando del buque USS Gravely o del ministerio de defensa de Trinidad y Tobago, más allá del anuncio inicial del ejercicio conjunto.
Qué esperar
Durante el periodo en que permanecerá atracado el buque, se prevén patrullajes combinados, entrenamientos de desembarco y posiblemente operaciones de vigilancia marítima en aguas próximas al territorio trinitense. Estos ejercicios podrían prolongarse dependiendo de los resultados y acuerdos bilaterales posteriores.
La situación merece seguimiento atento, pues cualquier cambio en el despliegue o nuevas declaraciones de Caracas o Washington podrían afectar las relaciones bilaterales en la región y alterar el equilibrio militar en el Caribe.
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-Fuente: Caracol Radio-
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