En un nuevo episodio de violencia que sacude al occidente de Antioquia, un subintendente de la Policía Nacional fue asesinado en su vivienda en el municipio de Sopetrán. El uniformado, identificado como Dayron Londoño Tuesta, de 38 años, fue atacado por hombres armados que ingresaron a su casa y le dispararon, según informaron las autoridades.Los responsables huyeron del lugar, dejando consternada a la comunidad local. Este crimen se suma a una serie de ataques conocidos como el “plan pistola”, una estrategia de grupos criminales que ya ha cobrado la vida de nueve policías en la región.
El “plan pistola” es una táctica empleada por organizaciones delictivas como el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las FARC para atacar de manera selectiva a miembros de las fuerzas del orden. Estos atentados suelen ser retaliaciones contra las operaciones de la Policía y el Ejército que afectan las actividades ilícitas de dichos grupos, como el narcotráfico y la extorsión. En Antioquia, esta ola de violencia ha puesto en alerta máxima a las autoridades, que han intensificado sus esfuerzos para contrarrestar estas acciones criminales
El director general de la Policía, brigadier general Carlos Fernando Triana Beltrán, condenó el asesinato y lo calificó como un “acto de barbarie” perpetrado por el crimen organizado. En un comunicado, expresó su solidaridad con la familia del subintendente Londoño Tuesta y reiteró el compromiso de la institución para desarticular a los responsables. Por su parte, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, hizo un llamado al gobierno nacional para que autorice una respuesta más contundente contra los grupos armados ilegales, subrayando la urgencia de proteger a los uniformados y garantizar la seguridad en el departamento.
Las autoridades han ofrecido recompensas de hasta 200 millones de pesos por información que permita capturar a los autores de estos crímenes. Con este homicidio, ya son nueve los policías asesinados en Antioquia en el marco del “plan pistola”, una cifra que evidencia la magnitud del desafío que enfrenta la fuerza pública. La comunidad de Sopetrán, al igual que el resto del departamento, espera que estas acciones logren frenar la escalada de violencia y restablecer la tranquilidad en la región.
Este trágico suceso no solo representa una pérdida humana irreparable, sino que también pone de manifiesto la amenaza constante que pesa sobre quienes trabajan por la seguridad del país. Las investigaciones continúan para dar con los responsables y evitar que el “plan pistola” siga cobrando vidas en Antioquia. —via Blu Radio —
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