El buque de carga Morning Midas, que transportaba aproximadamente 3.000 vehículos nuevos desde China hacia un puerto mexicano en el Pacífico, se hundió en aguas internacionales frente a las Islas Aleutianas de Alaska, a unos 770 kilómetros de la costa. El siniestro, ocurrido el pasado lunes tras un incendio iniciado el 3 de junio, ha generado preocupación global por posibles riesgos ambientales. La nave, de 183 metros de eslora y bandera liberiana, quedó a la deriva tras el fuego, que se originó en la cubierta de vehículos eléctricos e híbridos, y finalmente se hundió a 5.000 metros de profundidad.
Los 22 tripulantes fueron rescatados sin incidentes por un buque mercante cercano.
La Guardia Costera de EE.UU. informó que no se detecta contaminación visible, pero dos remolcadores de salvamento con equipos de control ambiental permanecen en la zona, y un tercer buque especializado fue enviado como precaución, según Zodiac Maritime, la empresa operadora.
El incidente reaviva el debate sobre los riesgos del transporte marítimo de vehículos eléctricos, tras casos similares como el incendio de 2023 en el Mar del Norte.
La pérdida de la carga representa un duro golpe económico, aunque la prioridad es evitar un desastre ecológico.—Fuente: Infobae—
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