Cinco localidades de Bogotá agrupan más de la mitad de los perros y gatos que hay en la ciudad, y a su vez concentran cerca del 45 % de los barrios más vulnerables económicamente. En La Red Zoocial recopilamos un panorama general acerca de la problemática de abandono de animales domésticos en la ciudad.

En 2018, Karol Calvo Serrano migró desde Cúcuta hacia Bogotá en busca de oportunidades laborales. Recién había cumplido 18 años y, por su falta de experiencia laboral, se ocupó en la venta informal de tintos a las afueras de una obra de construcción. Allí adoptó a Dulce, su mascota.
“Habían unos chicos de una constructora que me dijeron que tenían una perrita, y que tenían que deshacerse de ella, porque no la podían tener”, cuenta Calvo Serrano. Con la intención de darle un hogar, compró una bolsa de concentrado y la llevó a la habitación arrendada en la que vivía en el barrio Cofradía, en Fontibón.
Esta localidad, según datos de la Secretaría de Salud de Bogotá, es la quinta con más perros y gatos en la ciudad: 115.992. La superan, en orden ascendente, Ciudad Bolívar, Engativá, Suba y Kennedy. Además, dichas localidades también concentran el 44,6 % de los hogares más vulnerables de Bogotá, según la focalización realizada por la Secretaría de Integración Social.
Una vez en la habitación, Karol empezó a tener problemas con su arrendataria, pues esta no le permitiría tener mascotas en la casa. A esto se sumó que, como trabajaba en la calle, no podía llevar a Dulce con ella a todas partes, y tampoco contaba con el dinero para pagar un paseador o una guardería.
Actualmente, el servicio de un paseo diario durante los 20 días hábiles de un mes cuesta alrededor de $150.000, mientras que una guardería canina por la misma cantidad de tiempo cobra entre $500.000 y $1.000.000. Para una persona con un trabajo informal, con ingresos que rara vez superaban el salario mínimo ($781.242, en 2018), este tipo de gastos son imposibles.
El desenlace de esta historia es bastante predecible. Luego de dos meses de mantener a Dulce en su hogar, “ella se estaba estresando de estar encerrada. Me tocó decirle a una cliente que tenía un centro de reciclaje si la podía tomar en adopción”, recuerda Calvo, quien contó con la fortuna de encontrarle un nuevo hogar a su mascota.
Otra suerte corren los más de 66.000 perros que deambulan por las calles de Bogotá, de acuerdo con cifras del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), y los otros miles de animales que, aunque no están en la calle, viven en hogares de paso o albergues y están a la espera de conseguir un lugar para vivir permanentemente. -El Espectador
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